Los Padres de la Iglesia: San Jerónimo y San Agustín

Hubo muchas formas en que el cristianismo se hizo más popular entre los paganos romanos. Por ejemplo, los primeros cultos de misterio hicieron que los romanos estuvieran más preparados para aceptar algo como el cristianismo una vez que hizo su aparición. Las persecuciones romanas de judíos y cristianos tuvieron la consecuencia involuntaria de producir una vasta y conocida lista de santos y mártires.
Los judíos también les habían permitido a los cristianos usar sus sinagogas. La conversión de Constantinoa principios del siglo IV ciertamente tuvo un efecto en el crecimiento del cristianismo. Además, Jesús era un hombre real, no una figura mítica o un héroe, sino que mandó la fe de los desposeídos. Y el monasticismo proporcionó una salida religiosa para aquellos hombres y mujeres que abandonaron Roma y el mundo material. Los monjes se convirtieron en los héroes de la civilización cristiana (ver Lección 19 ). Y los evangélicos parecían difundir "buenas noticias" en todas partes.

El cristianismo también era una religión de la palabra escrita. Fue una religión del libro. Los judíos le dieron al occidente su historia oral en los treinta y nueve libros del Antiguo Testamento, escritos en hebreo. Y para el final del segundo siglo, el cristianismo tenía los veintisiete libros del Nuevo Testamento, escritos en griego. En el siglo V, las ediciones completas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento eran raras, voluminosas y costosas. Lo que generalmente se imprimía eran secciones de la Biblia: los primeros cinco libros del Antiguo Testamento (el Pentateuco) y el libro de los Salmos, y los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento (los Evangelios), las Epístolas de San Pablo y el Hechos de los Apóstoles.

Lo que debemos tener en cuenta es la relación entre la iglesia y la cultura clásica. En el siglo IV, es correcto hablar de una literatura cristiana que se desarrolló en torno a la interpretación, la reinterpretación y el comentario del Antiguo y Nuevo Testamento. La relación entre la iglesia y la cultura clásica era, en el mejor de los casos, tenue. El cristianismo tuvo el efecto de hacer una síntesis entre las tradiciones intelectuales hebreas y greco-romanas. El cristianismo absorbió el monoteísmo hebreo y conservó el Antiguo Testamento como la Palabra de Dios. A medida que el cristianismo evolucionó, sin embargo, también absorbió varios elementos del pensamiento griego, y tal absorción ayuda a explicar por qué el cristianismo logró convertir a más personas del mundo de la Antigüedad tardía.

Para muchos de los primeros Padres de la Iglesia , la filosofía clásica era errónea por la sencilla razón de que no emanaba de la revelación divina. Fue secular y pagano. Los primeros Padres de la Iglesia se quejaron de que, si bien los filósofos griegos pueden haber discutido sobre las palabras, el cristianismo poseía la Palabra , la verdadera sabiduría revelada por Dios. Entonces, los primeros Padres de la Iglesia creían que estudiar el pensamiento griego contaminaría la moral cristiana y promovería la herejía. Para los primeros Padres de la Iglesia, no habría compromiso entre la filosofía griega y la revelación cristiana. El padre de la iglesia primitiva, Tertuliano(150-225) escribió una vez que "con nuestra fe, no deseamos más creencia. Porque esta es nuestra fe de que no hay nada de lo que debamos creer además".

Sin embargo, hubo otros Padres de la Iglesia que defendieron el valor de estudiar literatura clásica y filosofía. Los griegos clásicos podrían ayudar en el desarrollo moral de los niños porque los griegos, aunque paganos, todavía abrazaban una vida virtuosa. El conocimiento del pensamiento griego ayudó a los cristianos a explicar sus creencias lógicamente y les permitió argumentar inteligentemente con los críticos del cristianismo. Fue Clemente de Alejandría (c.150-220) quien llevó la razón al apoyo de la fe tratando de hacer al cristianismo más respetable intelectualmente. Como Clement una vez escribió en su Stromata ( Misceláneas), "así la filosofía actuó como maestra de escuela para el griego, preparándolos para Cristo, ya que las leyes de los judíos los prepararon para Cristo".

Usando el lenguaje y las técnicas de la filosofía griega, los intelectuales cristianos cambiaron el cristianismo de un simple credo ético a un sistema teórico. De esta "helenización del cristianismo", nació la teología. Cristo fue representado como el Logos divino (razón) en forma humana. El estoicismo romano se incorporó a la creencia de que todos son iguales y están unidos en Cristo.

Está claro que los Padres de la Iglesia se convirtieron en intelectuales y teólogos cristianos. La teología cristiana se hizo aún más popular cuando el Padre de la Iglesia, ST. JEROME(c.342-420), tradujo el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento al latín. Logró esto alrededor de 400, solo diez años después de que Teodosio declarara que el cristianismo era la religión estatal del Imperio Romano.

Jerónimo creció en Italia, estudió en Roma, fue bautizado y se desempeñó como secretario personal del Papa. A lo largo de su vida, siguió siendo un admirador de Cicerón , Virgilio y Lucrecio y defendió el estudio de la literatura latina por parte de los cristianos. Vivió por un tiempo como ermitaño en el desierto cerca de Antioquía. Después de convertirse en sacerdote, visitó Palestina y estudió las Escrituras en Constantinopla. Finalmente se convirtió en secretario del Papa Damascoy un consejero para un grupo de hombres y mujeres atraídos por la vida ascética. Se fue de Roma y estableció un monasterio cerca de Belén. Escribió las vidas de los santos y promovió la difusión del monasticismo. Pero su versión latina de la Biblia, conocida como la Vulgata o versión común, fue un gran logro, ya que la versión de Jerónimo de la Biblia se convirtió en la versión estándar durante los siguientes diez siglos, en otras palabras, hasta la Reforma Protestante de el siglo XVI.

El más importante de todos los Padres de la Iglesia fue Agustín de Hipona, más conocido como ST. AUGUSTINE . Nació en el norte de África y 354 y murió a los 76 años en 430. Su padre era un pagano, su madre un cristiano. Él era, entonces, el producto de un matrimonio mixto. Amaba a su madre cariñosamente, un hecho que explica parcialmente su posterior conversión al cristianismo. Fue educado en Cartago en el norte de África, y muy rápidamente cedió a la tentación terrenal. A la edad de dieciocho años, tomó una concubina o amante y juntos tuvieron un hijo, un hijo. Fue en este momento que Agustín se sintió atraído por las enseñanzas heréticas de un hombre llamado Mani (216-276), que creía que un Dios no podía ser responsable del bien y del mal. Entonces, tenía que haber dos dioses. Tal opinión, por supuesto, es herejía. En 387, y bajo la influencia de hombres como San Jerónimo, y su madre, se convirtió en cristiano.

En 399, Agustín fue elegido obispo de Hippo, uno de los centros intelectuales del norte de África. El hipopótamo también fue el foco de un animado debate sobre numerosos temas teológicos. En cierto sentido, a finales del siglo IV Cartago fue similar al entorno intelectual de Atenas 1000 años antes. En otras palabras, Cartago se inundó con nuevas ideas. Agustín pasó más de treinta años combatiendo la herejía, escribiendo comentarios e interpretaciones de la teología cristiana. Escribió la primera autobiografía en la historia occidental, The Confessions . Su obra más importante, sin embargo, es La ciudad de Dios , un libro masivo escrito entre 413 y 426. La Ciudad de Dios fue escrito para mostrar que era el plan de Dios que Roma cayera y que el cristianismo fuera la salvación de la humanidad. En otras palabras, según San Agustín, la historia tiene una dirección, la historia tiene un significado: el despliegue del gran plan de Dios.

En La ciudad de Dios , Agustín reúne la historia sagrada del pueblo judío, la historia pagana de los griegos y los romanos, y la expectativa cristiana de salvación futura. Él cita a Herodoto , Platón , Cicerón, Tácito , Aristóteles , el Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento, así como las interpretaciones y comentarios de los Padres de la Iglesia.

La Ciudad de Dios contrasta dos ciudades: la Ciudad de Dios y la Ciudad del Hombre. Él enseñó que la Ciudad del Hombre, es decir, Roma, era malvada y estaba destinada a declinar y caer. Agustín vio esto con sus propios ojos. En otras palabras, él no estaba mirando atrás en la historia, estaba mirando su propio regalo. La Ciudad de Dios era invisible, no era de esta tierra. Fue de otro mundo. Los elegidos o los elegidos, el verdadero cristiano, deberían reconocer que la existencia terrenal era poco más que una ilusión. Además, había una realidad más elevada más allá de Roma. Esa realidad superior era la Ciudad de Dios. Solo en la Ciudad de Dios los elegidos encontrarían su lugar de descanso final. Si algo de esto suena como Platón y la Alegoría de la cueva, entonces estás en el camino correcto. Agustín estudió a Platón, era un neoplatónico. Combinó el cristianismo con la realidad superior de Platón de Ideas y Formas. Al final, lo que Agustín logró fue nada menos que una síntesis del cristianismo y el humanismo clásico.

Por supuesto, Agustín no creía que Cristo, por su muerte, había abierto la puerta del cielo para cada alma. La mayoría de la humanidad permaneció condenada al castigo eterno; solo un puñado de almas tenía el don de la fe y la promesa del cielo. La gente no podía vencer sus pecados: la regeneración moral y espiritual provenía únicamente de la gracia de Dios, y era Dios quien determinaba quién sería salvo y quién sería condenado (la noción de predestinación aparecería nuevamente, con mayor fuerza, durante el protestante). Reforma del siglo XVI). Aunque la influencia de Agustín fue impresionante, la Iglesia rechazó su idea de predestinación, que solo un pequeño número de personas encontraría la salvación. En cambio, la Iglesia enfatizó que Cristo había hecho posible la salvación de todos. Con Agustín, la perspectiva centrada en el ser humano del humanismo clásico dio paso a una visión del mundo centrada en Dios. El cumplimiento del gran diseño de Dios se convirtió en la principal preocupación del esfuerzo humano.

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