Revista Cine
Si preguntásemos a cualquier persona que no sea muy aficionada al cine, estoy seguro que una de las películas clásicas que diría sería ésta, pues junto con Psicosis creo que es la que más ha trascendido del genial director británico. Basada en el relato de la escritora Daphne Du Maurier, en un principio se quiso adaptar para la televisión, para el programa Alfred Hitchcock presenta..., pero el director quedó tan impresionada por lo bueno de la historia que finalmente decidió llevarla al cine.
Se trata de la película número 48 en el cine de Alfred Hitchcock y llegó en un momento en el que el cine de terror e invasión se encontraba en horas bajas; supuso el relanzamiento de la ex-modelo Tippi Hedren, sumándose así a la larga lista de rubias dirigidas por el director: Grace Kelly, Ingrid Bergman, Marlene Dietrich...
Ahora la consideramos un gran clásico, pero en la época tuvo un éxito moderado. En 1994 se realizó una segunda parte para televisión, en la que se contó de nuevo con la modelo.
Melanie Daniels (Tippi Hedren), una snob y rica muchacha de la alta sociedad de San Francisco, conoce casualmente en una pajarería a una abogado llamado Mitch Brenner (Rod Taylor), que está allí comprando una regalo de cumpleaños para su hermana pequeña. El joven abogado, que conoce por la prensa la alocada vida de Melanie, la trata despectivamente lo que hace que ella se enfade e irrite. Tras este incidente, la joven compra una pareja de periquitos y los envía a casa de Mitch, pero éste se ha marchado con su madre (Lydia Brenner, interpretada por Jessica Tandy) de fin de semana. Pero ella no desiste y se dirige allí donde están con el pretexto de regalarle los periquitos a Kathy (la menor de los Brenner, interpretada por Verónica Cartwright).
Nada más llegar al lugar, los pájaros enloquecerán, comenzando a atacar a los habitantes que tan apaciblemente habían decidido instalarse allí...
Tras Psicosis, Hitchcock no sabía muy bien como orientar su próximo trabajo y volvió la vista hacia un relato del año 52 escrito por Daphne Du Maurier. Y no era la primera vez que Hitchcock adaptaba una obra de la autora, pues Rebecca y Posada Jamaica también salieron de la pluma de esta escritora.
Para la adaptación del guión mandó llamar a Evan Hunter que describió más tarde lo que quería Hitchcock "Apocalíptico, las aves deben atacar sin explicación alguna". Quería evitar tda explicación racional, que la ansiedad creciera en el espectador despertando incluso, sentimientos primitivos de supervivencia. Para aumentar aún más toda desazón, eliminó la palabra FIN de los créditos.
Después, el realizador británico se reunió con los encargados de efectos especiales de la Universal para comentarles su visión del film. Importantísimo destacar aquí que aún acabándose de rodar la película, aún no sabía muy bien cómo quedarían los pájaros en post-producción y tampoco cómo se introducirían.
Casi tres años fueron necesarios para idear todo el conglomerado que supuso la película.
Siguiendo la estela de Psicosis, para Los pájaros tampoco quiso que hubiera grandes estrellas en el cartel, y tras probar a varias actrices, no convenciéndole ninguna, se fijó en una modelo publicitaria que había visto por televisión en un anuncio silbando y guiñando un ojo, ella era Tippi Hedren, aunque en realidad la actriz se llama Nathalie Hedren. Tippi es el diminutivo sueco de la palabra "typsa", que significa niña pequeña.
Para el rol protagonista masculino optó por Rod Taylor, cuyo único papel de relevancia hasta la época había sido el de interpretar a David Karfrey en la película Gigante. "Me sentí muy halagado y sorprendido", dijo.
Jessica Tandy, que ya había trabajado para él en La sombra de una duda y Suzanne Pleshette completaron el reparto de actores secundarios. Esta última actriz tuvo serios problemas con el director, pues ella seguí la férrera disciplina del Actors Studio, y en un principio no supo amoldarse a las maneras del inglés "No sabía qué hacer conmigo" confesó la actriz en 1999.
Una vez tuvo ya perfilado el reparto, volvió a elegir a sus colaboradores favoritos: Robert Burks, director de fotografía, y el editor George Tomasini. Para los decorados y crear la atmósfera adecuada, contrató a Albert Whitlock. La práctica totalidad de las escenas se rodaron en estudio, incluida la escena del barco, rodada en uno de los pabellones inundables de Universal.
Como resulta evidente, la principal dificultad estriba en la recreación de las aves. Se construyeron maquetas de gorriones, cuervos y gaviotas y con imanes se movían, el problema surgía cuando la cámara se movía para captarlos a todos. Las condiciones a las que sometió Hitchcock a los dos protagonistas fueron casi inhumanas: largas sesiones y durante varias jornadas con las maquetas de los pájaros atacando por todas partes, tanto que Cary Grant, que una tarde se cercó al set de rodaje le dijo a Tippi Hedren "Es usted muy valiente"; dos días más tarde la actriz hubo de ser hospitalizada por una brecha cerca del párpado y con serios síntomas de agotamiento. Pero el espectáculo continua, y una doble la sustituyó en la tarea. Más tarde, en post-producción, se incluyeron primeros planos de la rubia.
Se cree que una de las razones por la que el director decidió que no protagonizaría la película ninguna celebridad, es que ninguno/a hubieran aguantado las condiciones que impuso para el rodaje.
En otras ocasiones los actores tenían que fingir que eran atacados por pájaros, cuando en realidad no había nada, para ello el director les obligaba a gritar y gritar. Con un redoble de tambor les avisaba que los pájaros "les atacaban".
La dificultad de los efectos especiales estaba en combinar a pájaros reales, con las maquetas hechas en estudio con los creados "digitalmente". El film fue nominado al Oscar en esta categoría, pero sucumbió ante Cleopatra.
Las expectativas eran muy altas, ya que tras el arrollador éxito de Psycho,, todos esperaban otro bombazo que superase, si cabe, al anterior. La campaña publicitaria empezó pronto con el eslogan "¡Los pájaros se acercan!" y él mismo acudió a promocionar la película al club de la prensa en Whasington "Los auténticos protagonistas son los pájaros... y no había visto tantas plumas desde las boas de los bailarines de los años 20". Se decidió presentarla en el Festival de Cine de Cannes, pero no fue seleccionada para la competición oficial.
La crítica se dividió entre elogios y todo lo contrario. Estos últimos explicaban que la violencia era demasiado explícita y no quedaba justificada a lo largo del metraje.
Curiosidades:
- El cameo de Hitchcock, en la tienda de mascotas paseando dos perritos (abajo, la imagen);
- El final iba a ser muy distinto: los protagonistas escapaban de las aves y llegaban San Francisco, y cuando pasaban por el Golden Gate se vería a los pájaros posados en dicho puente. Pero la falta de recursos económicos dio al traste con esta idea;
- Existió realmente un ataque de aves a una familia de Estados Unidos, ninguno sobrevivió, y no atacaban para alimentarse, sino por una intoxicación que alteró su comportamiento. Esto, junto con el relato de Daphne Du Maurier, dio la idea a Alfred Hitchcock sobre su nuevo trabajo.
Hasta la próxima entrada corazones.