Revista España
Hernando de Zafra fue el secretario personal de la reina Isabel de Castilla y uno de los hombres más próximos al rey Fernando en los días de la toma de Granada.
Sus servicios fueron recompensados con una serie de posesiones en la ciudad conquistada. Cuando Isabel y Fernando marcharon de Granada, Hernando de Zafra quedó como uno de los nuevos responsables de la ciudad y fijó su residencia en la Carrera del Darro frente a la iglesia de San Pedro.
El convento de Santa Catalina es una fundación suya, al igual que la Casa de Castril, engrandecida por sus herederos. La portada plateresca que da a la Carrera es uno de los primeros y más bellos ejemplos del nuevo lenguaje estético que trajeron consigo los conquistadores cristianos.
El conjunto, fechado en 1539, está profusamente decorado. Sobre la clave de la puerta está tallada la torre de Comares, blasón que Isabel y Fernando concedieron a Hernando de Zafra por su intervención en las capitulaciones de Granada.
El segundo cuerpo está presidido por escudos sostenidos por niños y molduras encerradas en un arco semicircular. En el tercer cuerpo abre un balcón decorado con pilastras y sobre él dos medallones con cabezas esculpidas.