Revista Espiritualidad

Los pasos del perdón

Por Srigangamata @SRIGANGAMATA

“El Perdón es una acto de voluntad.
Y la voluntad puede funcionar independientemente
de la temperatura del corazón”
Corrie Ten Boom

Estamos quienes nos llevamos bien con la palabra perdón, y quienes no nos llevamos bien.

La diferencia está, como siempre, no en la palabra sino en la interpretación que hacemos al estar frente a ella.

Hay quienes consideran el Perdón, como un “mea culpa” destinado a imponer la humildad en quien lo pide, enfrentándolo de narices contra su error y buscando acortar los tiempos “Kármicos” con la humillación que saque al “ofendido” victorioso en sus razones y triunfal en su superioridad.

Desde ahí Pedir y Dar Perdón es un tema de Egos.

Por otro lado están quienes consideran el Perdón como un elixir del olvido, con el que todo, al quedar perdonado queda olvidado dejando el campo listo para una reincidencia que no debería poder preverse por pura amnesia y por el cual no podríamos ser culpados, tanto como perpetradores como damnificados.

Desde ahí Pedir y Dar Perdón es un tema de Inconsciencia.

Y están aquellos para quienes el ejercicio del Perdón es muy similar al de sacar la basura. No se trata de humillar, ni humillarse, pero tampoco de establecer un contexto que permitan el victimizar o el ser victimizado a mansalva. Se trata de un proceso de limpieza, de desapego de todo aquello que merma nuestra energía, las culpas, los rencores, la angustia, el resentimiento, las expectativas, las frustraciones, las desilusiones. El primer paso en la salida de la zona de confort y la posibilidad de crecer en sinceridad con nosotros mismos y con el otro, dejando un espacio interior amplio, liviano, libre; disponible para poder completarlo con emociones y experiencias que sumen, que expandan, que asombren.

Desde ahí, Pedir y Dar Perdón es un tema de Sentido.

Si te sentís identificado con la 3° opción, es porque ya estás en un estado de conciencia avanzado en el camino de la inteligencia emocional y la expansión. Es preciso saber que el ejercicio del Perdón como un camino de Sentido, es un trabajo multidisciplinario, en el que lo intelectual, emocional y lingüístico, que implica un aprendizaje de un proceso de varios pasos que permita optimizar y multiplicar los resultados:

REFLEXIÓN

El primer paso es pensar cuáles las acciones que provocaron o estimularon el dolor, y revisar con honesta visión interior cuáles fueron los motivadores para hacerlas. Asumir que cometimos un error es un acto de valentía, pero comienza primero por nosotros. Pedir perdón representa respeto, valentía y crecimiento y sólo es posible desde una genuina autobservación, sin engaños.

RESPONSABILIDAD

Cuando cometemos errores, cuando estamos equivocados, cuando no actuamos de manera correcta, lo ideal es asumir la responsabilidad de esa situación y pedir disculpas. Sin embargo, esta simple acción suele resultar muy difícil para algunas personas, e incluso en algunas ocasiones es vista como un signo de debilidad. Evita las excusas. No trates de ampararte en situaciones externas, quién ha cometido el error eres tú y debes reconocerlo, es cierto que los factores externos pueden condicionarte, pero la elección de quién ser y cómo ser frente a esos factores es SIEMPRE tuya y por tanto eres EL ÚNICO responsable de tus actos.

REPARACIÓN

Piensa cual tendría que haber sido tu forma de reaccionar, la forma en que podrías haber gestionado la situación. Observa también desde qué lugar está recibiendo el otro esto qué has hecho, como un modo de comprender con genuina empatía cómo se siente al respecto, la escucha atenta y la validación de la emociones del otro son las claves de una buena comunicación.

TIMMING

No dejes pasar el tiempo. Si te has dado cuenta de que cometiste un error no esperes demasiado tiempo para poder revertir la situación. Cuanto antes puedas reconocerlo la situación se solucionará de otra manera.

ACCIÓN

Habla con la persona, dile cuál fue tu error, muéstrate sincero y arrepentido de la situación. Cuéntale cual hubiese sido la mejor manera de resolver la situación. Hazle saber qué comprendes ( o buscas comprender) cómo se siente y que eres consciente de que hace falta una reparación, ya en actos, ya en palabras para que él pueda reconstruir su confianza en el vínculo.

PERSEVERANCIA

Muchas veces, nuestro error fue demasiado doloroso para la otra persona, por lo cual puede resultar difícil que nos perdone inmediatamente y aún si así fuera debemos entender que en ningún caso perdonar es sinónimo de olvido y por lo tanto el proceso queda sujeto a una reconstrucción de la confianza. Pero no por ello debes bajar los brazos, debes ser perseverante y sincero con tus disculpas.

APRENDIZAJE

Aprende de los errores, y trata de no repetirlos. Ejercita la reflexión y la buena comunicación antes de enfrentarte a este tipo de situaciones. Si refelexionas sobre le sentido de tus acciones y tus palabras, sobre aquello que quieres construir con ellas será menos probable que tropieces en tu camino.

Todos estos pasos se aplican de igual medida (aunque los modos puede variar) cuando el Perdón es hacia nosotros mismos, que es donde el perdón tendría siempre que comenzar, porque aún si se trata de una ofensa recibida, si no me perdono a mí misma el no haber sido capaz de cuidarme y mantenerme seguro, el miedo a volver a repetirlo será el gran obstáculo al momento de perdonar al “ofensor”.

El proceso del Perdón no es esto que llega después de la calma, del fin de la tristeza o la remisión de la arrogancia, el Perdón, es el paso previo obligado para el re-equilibrio del eje del ego, la pacificación interior y la sanación de todas nuestras heridas emcionales.
En síntesis, el Perdón es el acto máximo del Amor hacia nosotros mismos y hacia el otro, que nace en la declaración de la voluntad de libertad y de bien-estar y nos mueve hacia cualquier continuidad de presente que elijamos.

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NAMO VHA
Autora: Sri Ganga Mata
(Todos los Derechos Reservados)


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