Los penales y Boca = final de la Copa Argentina

Siempre la misma historia con Boca. Eso piensan tanto los hinchas Xeneizes como también los del resto de los equipos. Porque sin jugar bien el equipo de Falcioni pasa de ronda desde su fórmula favorita: los penales. Ante Deportivo Merlo tuvo algunos destellos de Juan Román Riquelme (incluído su golazo de tiro libre) pero muy poco del equipo que se quiere quedar con los tres frentes y sufrió ante un Charro que nunca se creyó menos a pesar de los nombres de su rival. No hay mucho que destacar del rendimiento de Boca durante los noventa minutos. Porque desde que sonó el silbato de Álvarez era el campeón del fútbol argentino el que tenía la obligación de tomar el protagonismo. Pero salvo unos pincelazos de Riquelme, el desarrollo del partido se jugó como quiso el Deportivo Merlo. El gran planteo de Ferraresi y la voluntad de sus jugadores hicieron que lo del Charro fuera mucho más que digno. Con ese panorama no sorprendió que se vayan al descanso 0-0. Pero apareció Riquelme y frotó la lámpara. Golazo de tiro libre y parecía que la historia se aclaraba para Boca. Y cuando el Xeneize debía liquidar la historia no lo hizo por una cosa en particular: el muy mal partido de sus delanteros Silva y Cvitanich -luego entró Mouche pero siguió la misma tónica-. Sin embargo, Merlo no podía inquietar a Sosa. Hasta que sobre la hora llegó el zapatazo de Friedrich para delirio de los hinchas del Charro para llevar la semifinal a los penales. Pero en los penales parece que nadie puede con Boca. Ahí se agigantó el uruguayo Sosa ante el propio Friedrich y sus compañeros hicieron los deberes para que los de Falcioni se metan en la final. Los penales, siempre los penales son alegría para Boca y tristeza para el resto… Los penales