El hospital Sant Joan de Déu en Barcelona ha implementado un hermoso programa de terapia con perros para acompañar a todos los pacientes:
Cada actividad en la que están presentes los perros tiene una finalidad terapéutica. Bien distraer a niños que pasan largas temporadas ingresados o en reposo, aliviar el estrés que provocan pruebas dolorosas como una punción lumbar… «Si un niño tiene miedo de volver a caminar después de alguna cirugía de Traumatología, por ejemplo, animarle a pasear al animal también tiene como fin ayudarle a recuperar la movilidad», prosigue la coordinadora del programa. A la pequeña Cloe (4 años), lo que más le ha gustado es acariciar al animal con sus pies descalzos. «Por sus gestos y sonidos se veía que estaba muy a gusto», confiesa Patricia, la madre de esta pequeña con una enfermedad rara a quien las cosquillas en los pies le encantan.
Y añaden:
Las alergias y las fobias son los únicos aspectos que pueden frenar la participación de algunos pacientes. «Nunca obligamos a ningún chico a que acaricie a los perros», explica Luz Jaramillo, «pero sí es frecuente que algunos pacientes que inicialmente son más reacios al contacto con el animal luego se animen a participar». Normalmente, explica Jaramillo, cualquier raza de perro con el adecuado adiestramiento puede servir para intervenciones en un entorno médico. Y aunque abundan los labradores (como Kimba y Danka) y Golden Retriever (Mia) por su alto grado de sociabilidad con las personas, «no importa tanto la raza como las características de cada ejemplar».
Los resultados han sido muy satisfactorios y el equipo espera publicar pronto los resultados del plan de intervención con animales en el hospital que según sus resultados preliminares ha ayudado a disminuir la dosis de las medicaciones y ha aumentado la adherencia al tratamiento de los pacientes con esquizofrenia.
Esta iniciativa demuestra que los hospitales pueden implementar programas integrativos que no sólo se concentren en la administración de medicación, sino que también es es posible darle alegría y felicidad a los pacientes con la compañía de un animal dentro de sus instalaciones. Ojalá veamos pronto este tipo de iniciativas en Latinoamérica.