Cuando hay niños en casa uno de los capítulos en los que más se gasta dentro del presupuesto familiar es en ropa y el calzado. Los niños crecen cada poco tiempo y hay que ir comprando nuevas prendas. Los zapatos y zapatillas son una de las compras más habituales, y precisamente debido a su asiduidad muchas familias optan por calzado más económico, ya que 'como dentro de tres meses no le va a valer...'
Este es un error típico, especialmente si pensamos en niños más pequeños, aquellos que están empezando a dar sus primeros pasos.
Los zapatos más económicos lo son porque suelen estar hechos con materiales de baja calidad, también su forma y sujeción presenta deficiencias respecto a otros que si bien son algo más caros, van a asegurar que el pie del niño esté cómodo y bien sujeto.
Qué calzado comprar y en que fijarse
Por lo tanto a la hora de comprar calzado infantil hay que fijarse en una serie de cuestiones que van a favorecer el adecuado crecimiento del pie y la comodidad del niño. El calzado hay que tenerlo presente desde que muy temprana edad. Los bebés que todavía no andan no van a necesitar más que un calzado que le abrigue, hecho de materiales naturales que permitan la respiración del pie y no resulten incómodos, se deben ajustar a su tamaño y ser más bien ligeros.
Cuando empiezan a gatear y ponerse de pie hay que buscan un zapato reforzado en puntera y talones que ofrezca al niño la seguridad que necesita para mantenerse estable, y siempre es mejor que sean de piel para evitar la sudoración excesiva.
Con los primeros pasos el calzado debe seguir estando reforzado, especialmente en la zona del tobillo, una mala caída con un zapato inadecuado puede ser peligrosa en estas tempranas edades. Pensemos que aunque sea verano es mejor que el niño lleve un calzado seguro, para evitar el calor hay que huir de los materiales sintéticos y los plásticos.
Tipo de calzado para niños que andan y corren ya
Una vez el niño controla el movimiento y es capaz de andar y correr sin problemas habrá que buscar un zapato cómodo que le permita la variedad de movimientos que realizan a lo largo del día. Lo mejor es que sea transpirable, siempre de materiales naturales y adaptado a la forma de su pie. Si es un zapato muy endeble veremos como al poco tiempo está destrozado, los niños no paran y vale las pena invertir en un calzado resistente y de calidad que en otro más económico pero que va a durar mucho menos tiempo.
Hay que contar con varios modelos, un zapato de esport, unas zapatillas, un zapato de vestir... no es tanto una cuestión de moda como de evitar que el pie siempre esté metido en una misma horma, es bueno cambiar de zapato para que el pie no se vicie a estar siempre en un modelo concreto. También hay que procurar que la talla sea adecuada, comprar una o dos tallas más, 'para que le valga más tiempo' va a hacer que el niño esté incómodo ya que el zapato no se adapta a su pie. Los pies son para toda la vida y cuanto antes empecemos a cuidarlos mucho mejor.