Los placeres de la meteorología.
Nausícaä Edición Electrónica, 2000Llegué a este poemario, editado dentro de la colección Ítaca, gracias a una convocatoria que el poeta nacido en Orihuela lanzó al mundo en el facebook, para intercambiar esos libros que muchos autores y autoras hemos publicado a lo largo de los años y que, como restos de ediciones que nos acompañan siempre, nos miran desde los estantes de nuestras bibliotecas, o desde oscuras y gastadas cajas, suspirando por saltar de un lugar o salir de otro para que unos ojos inquietos los lean.El poemario obtuvo el primer premio del II certamen de poesía Poetas colgados 2000, de la Sociedad Cooperativa Ítaca, y se publicó dentro de su colección, como hemos apuntado más arriba.Treinta y ocho poemas, divididos en dos partes, y acompañados de ilustraciones de Manuel Pérez López y Yolanda Riquelme García, es un poemario, como apunta el autor del prólogo, Antonio Aguilar Rodríguez, para leer en “un momento de descanso al margen de esa ciudad que se avecina a lo lejos”.Y en estas tardes de agosto esperemos a septiembre, como parece invitarnos el poeta: “El verano y su caducidad. Septiembre/ será cervezas con amigos, mangas largas/ y dulces brisas para planear”.Hace demasiados meses que, al menos aquí, en esta Murcia abrasada por el sol y algún que otro incendio, no disfrutamos de los placeres de la meteorología, y ya casi hemos olvidado uno de ellos, la lluvia.Francisco Javier Illán Vivas