Revista Ciencia

Los primates en la organización linneana

Publicado el 25 julio 2013 por Joseleg
Los primates en la organización linneana

Los primates en la organización linneana
El problema del hombre. Aun actualmente muchas personas encuentran particularmente grosera la idea de clasificar al ser humano dentro del mundo natural, de clasificarlo como un animal, como si tal epíteto los rebajara del centro del universo que sus creencias socioculturales los han puesto. Muchas veces el agua sucia se le hecha a Darwin y a la Teoría de la Evolución, pero en realidad el problema del hombre en la naturaleza inicia con Linnaeus, al menos de acuerdo con Enrs Haeckel, un famoso biólogo Alemán.  

Los primates en la organización linneana

Figura POL-01. Macaca fasicularis


En términos de ciencia moderna, Linnaeus fue el primer académico en clasificar al ser humano dentro de un sistema de clasificación biológica. En su primera edición de Systema Naturae, Linnaeus creó el grupo Anthropomorpha “con forma humana”, colocando a los monos y al ser humano dentro de este mismo grupo.
No tardaron en llover críticas desde la perspectiva académica, como las de Johan Gottschalk Wallerius, Jacob Theodor Klein y Johann Georg Gmelin, señalando la circularidad del argumento, ¿llamar al ser humano como perteneciente al grupo de los animales con forma humana?  

Los primates en la organización linneana

Figura POL-02. Pan troglodytes, sin pelo.

Linnaeus respondió que la semántica del nombre no le interesaba, desde que, en cualquier caso los simios y los humanos permanecieran en el mismo grupo. De hecho el afirmó que no existían diferencias genéricas significativas que, diferenciaran a los simios del hombre en base a las reglas de la historia natural.
Lo anterior conllevaba a una serie de consecuencias teológicas muy inquietantes en primera instancia colocar al ser humano al mismo nivel de los monos degradaría la posición superior del ser humano la cual se había asumido desde siempre en base a dos fuentes de gran autoridad, la Gran Cadena del Ser de Platón, y la misma Biblia donde claramente el ser humano había sido creado de una manera única como centro, eje y objeto de toda la demás creación.
La segunda consecuencia que aun hoy, inquieta de manera insoportable a algunas personas es que si los humanos y los monos no se pueden distinguir en base a un diseño único y diferenciable con claridad, significaría que los monos y los simios fueron creados también a imagen de Dios. Esto era, es y será algo que muchos nunca aceptaron.
Resulta gracioso como este conflicto entre visiones de mundo tiende a asociarse con Darwin 100 años después, como si él se hubiera sacado todo el concepto del sobrero. La obra de Linnaeus demuestra que las ideas de que el ser humano hacía parte del resto de la creación natural habían estado incubándose desde hacía mucho como nos lo ha demostrado Linnaeus.
Es evidente que las criticas teológicas en una época en la que la teología aún era un factor político y legal peligroso “como lo demuestran otros dos autores de épocas no muy lejanas Redi 1626-1697 y Galileo 1564-1642 comparados con Linnaeus 1707-1778”, muchos filósofos naturales habían sido amenazados y encarcelados por sus “ideas peligrosas”.
Por lo anterior, Linnaeus debió explicarse con mayor claridad, así que en la décima edición de Systema Naturae introdujo los nuevos términos de Mamífero y Primates, en donde el segundo reemplazaría a Antropomorpha. Esa publicación también es importante ya que es el primer documento académico en el que se bautiza al ser humano con el nombre científico con el que ha sido reconocido hasta el día de hoy, Homo sapiens.  

Los primates en la organización linneana

Figura POL-03. Hylobates lar

La nueva clasificación recibió menos críticas, aunque muchos historiadores aún cree que fue Linnaeus y no Darwin quien sacó al ser humano de su trono de gobernante de la naturaleza a ser solo una parte de la naturaleza igual que las demás en muchas sino, la mayoría de sus características. Linnaeus creía firmemente que el ser humano biológicamente pertenecía al reino animal y tenía que ser incluido en este.
Más aún en su libro Dieta Naturalis Linnaeus fue tan lejos como afirmar que los demás animales también poseían un alma y que la diferencia entre ellos y el ser humano recaía en un diferente grado de nobleza.
Posteriormente Linnaeus adicionó otras tres especies al género Homo. El primero basado en una publicación de 1658 de Jacobus Bontius del hombre de las cavernas, al cual clasificó como Homo troglodytes. La tercera especie fue Homo lar descrita por Gunnar Broberg, Linnaeus creía que Homo lar era más semejante al ser humano de lo que había sido descrito por su descubridor aduciendo que probablemente fueran humanos vestidos con pieles de simios para espantar a los colonos y exploradores de Europa.
Posteriormente futuras re-descripciones de Homo lar condujeron a su reclasificación fuera del género Homo, la especie se nombró luego como Lar gibbon y actualmente se conoce como Hylobates lar. PRINCIPAL REGRESAR



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