No va a ser este vecino del mundo el que ponga una pega a las ganas de ayudar a los migrantes, inmigrantes o refugiados por las guerras. Pero, ¡ojo!, no se trata de acoger, y me entenderéis, una mascota, ni sacarse una foto y pasar las Navidades juntos, y ya está.
Tampoco va a ser este vecino, el que recuerde que ya hay, y mucha, escasez en España, y que el hambre ya está instalada entre nosotros, y en muchos casos se disfraza de “apretarse el cinturón”. Porque los políticos que ahora se han puesto, viniendo desde atrás, los primeros en la cola de la indignación, son los mismos que llevan mucho tiempo siendo cicateros incluso con los que les votan, y especialmente con los que votan a otros partidos en su mismo país.
Ahora el Señor Rajoy está muy afligido con los avalanchas de personas, porque eso es lo que son, personas por encima de las cifras, que entran en Europa por algunos de sus puntos, y dónde antes apenas había cupos para poder acoger a gentes, sólo unos dos mil, por el problema acuciante del paro, declarado por ellos mismos, ahora se ve que el paseo con la Merkel le ha contagiado las ganas de ayudar, y ya se sabe que en cuestiones de quedar bien, podemos ser los primeros y por goleada, ahora ya no les parecen muchos, ni quince mil.
Seamos serios, las cosas no han cambiado en veinticuatro horas, o este vecino se ha perdido algo. El problema que tienen algunos países, como los sirios, está desde hace tiempo, pero los políticos con recolectar sus votos,y comprobar que nadie más se sienta en su sillón, ya tenían suficiente, y ahora, la foto de un niño, que podía ser nuestro, les ha sacado los colores, que el niño ya no tenía.
Siempre se ha dicho que una foto (que este vecino del mundo no ha querido mostrar por ser mucho más que una simple imagen) vale por mil palabras, y las mil de esa foto, han sido de reproches para todos nosotros, y para los que nos debían de guiar, que en lo importante siempre andan por detrás, aunque luego jueguen a ser los primeros de la clase, de una clase que nunca han tenido.*FOTO: DE LA RED