Primera fotografía desde la superficie de un cometa, obtenida por el módulo Philae. Crédito: ESA/Rosetta/Philae/CIVA.
A pesar del problemático aterrizaje de Philae y su incapacidad de captar luz suficiente, el módulo funcionó durante las 64 horas que sus baterías lograron proporcionarle energía. Ese tiempo fue suficiente para que Philae usara su perforador y reuniera datos científicos de la superficie del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko antes de ponerse a hibernar.
A pesar de su apariencia, el cometa es duro como el hielo. El equipo responsable del instrumento MUPUS (Multi-Purpose Sensors for Surface and Sub-Surface Science) se encontró con una superficie dura, cavando unos pocos milímetros. Esto no debería ser sorprendente dado que el hielo es el principal constituyente de los cometas, pero gran parte de 67P/C-G parece estar cubierta de polvo por lo que se creía que la superficie era más suave y esponjosa de lo que se encontró Philae.
Este descubrimiento fue confirmado por el experimento SESAME (Surface Electrical, Seismic and Acoustic Monitoring Experiment) que encontró que la dureza del hielo cubierto de polvo que se encontraba directamente bajo la superficie era sorprendentemente alta. SESAME también midió una baja actividad de vaporización y una gran cantidad de hielo de agua bajo el módulo.
El instrumento MUPUS midió la temperatura del cometa durante el descenso y los tres aterrizajes. En la localización final del lander, MUPUS registró una temperatura de -153°C cerca del suelo antes que el instrumento fuera desplegado.
Tras analizar los datos, el equipo de Philae concluyó preliminarmente que las capas superiores de la superficie del cometa están cubiertas por entre 10 y 20 cm de polvo, bajo lo que habría hielo puro o mezclado con polvo.
Durante el tiempo que Philae estuvo activo, Rosetta usó el instrumento CONSERT (Comet Nucleus Sounding Experiment by Radio Wave Transmission) para transmitir una señal de radio al módulo mientras estaban en lados opuestos del núcleo del cometa. Después, Philae transmitió una segunda señal a través de 67P/C-G de vuelta hacia Rosetta. Esto tenía que ser repetido 7.500 veces por cada órbita de Rosetta para construir una imagen 3D del interior del cometa. Las mediciones, que se realizaron hasta que Philae entró en hibernación, revelaron que el hielo se vuelve más poroso a mayor profundidad.
El último de los 10 instrumentos a bordo de Philae en ser activado fue SD2 (Sampling, Drilling and Distribution Subsystem), diseñado para entregar muestras del suelo a los instrumentos COSAC y Ptolemy. Los científicos están seguros que la perforación fue activada y que se realizaron los pasos necesarios para mover una muestra al compartimiento adecuado para realizar mediciones, pero los datos muestran que en realidad no se detectó la entrega de muestras en Ptolemy. Sin embargo, COSAC funcionó como se había planeado y fue capaz detectar la presencia de moléculas orgánicas.
COSAC (Cometary Sampling and Composition Experiment) fue diseñado justamente para detectar moléculas orgánicas y comprobar si su quiralidad coincide con lo que podemos ver en la Tierra. Aún se debe determinar si estas moléculas orgánicas son simples como el metanol y amoníaco o más complejas como los aminoácidos.
Fuente: Universe Today