A nivel político y legal, emprender en nuestro país es toda una proeza. España ocupa un lugar poco halagüeño en facilidad para la creación de empresas.
Esto desemboca en una pérdida de emprendedores, que o bien emigran hacia otros lugares donde la creación de su negocio sea más fácil o bien dejan que su idea de negocio quede en el olvido ante las dificultades que aquí se le plantean.
A continuación, vamos a enumerar los problemas que actualmente se encontrará cualquier emprendedor que se disponga a crear un negocio en nuestro país.
Complejidad burocrática
En nuestro país hay muy poca agilidad a la hora de abrir una empresa. En España se tarda una media de 28 días en crear una empresa, mientras que en países como Estados Unidos serían 6 días, en Portugal 5 días, y en Australia sólo 2!, nada que ver con España. Además, no solamente es cuestión de tiempo, sino también de papeleo. En España hay que realizar unos 10 trámites distintos frente a los 5 o 6 que exigen otros países. Es obvio que en España aún hay mucho camino que recorrer en cuanto a la simplificación y reducción de las gestiones para crear un negocio.
Costes más elevados
Además de complejo, en España resulta más caro de lo normal crear una empresa.
Según el informe de análisis de los Presupuestos Generales del Estado de 2014, quienes emprenden una actividad empresarial en este país pagan contribuciones sociales situadas entre las más altas de la Unión Europea, solamente superadas por Italia y Francia. Además, en España tenemos uno de los impuestos de sociedades más elevados, mientras que existen muy pocas ventajas fiscales y descuentos.
Aunque recientemente el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció una importante rebaja de cotizaciones para las nuevas contrataciones indefinidas, lo cierto es que figuran múltiples promesas que hasta la fecha no ha cumplido, como la de rebajar las cuotas a la Seguridad Social y la de rebajar impuestos.
Acceso a la financiación
Los empresarios piden al Gobierno que solucione los problemas de acceso al crédito bancario. Esta cuestión también es más sencilla en otros mercados. Últimamente se han anunciado medidas que prometen mejoras en la liquidez y la financiación, pero la realidad es que hoy por hoy, el acceso al crédito para las pymes es mínimo.
Clima económico
No es ningún secreto para nadie que España está especialmente afectada por la crisis económica. Además de que emprender es más tedioso, largo, caro y difícil, encima en España es más difícil vender. La gente se lo piensa mucho para rascarse el bolsillo en nuestro país, y no es de extrañar debido al elevado índice de paro, precarios salarios y a la incertidumbre social creada por el aumento de los impuestos y la disminución de derechos.
Los emprendedores digitales también lo tienen peor en España. Tienen más barreras burocráticas (por la falta de regulación en muchas cuestiones), falta de inversores y mayores dificultades para encontrar proveedores.
Es cierto que en el último debate sobre el estado de la nación se prometen nuevas medidas que tratarán de mejorar el acceso al crédito de grandes y pequeñas empresas, pero es un hecho que muchos empresarios están decidiendo crear su negocio en otros países, donde existen más ventajas fiscales, se agilizan las gestiones y además, ofrecen una mentalidad más moderna y un entorno más receptivo a la innovación.
Esperemos que esta situación mejore.
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