Revista Bolsa

Los problemas de la información asimétrica

Publicado el 17 junio 2014 por Monedarota @Monedarota

En el año 2001, George Akerlof, Michael Spence y Joseph Stiglitz recibieron el Premio Nobel de Economía por sus contribuciones sobre ‘Información Asimétrica’ (Information asymmetry). Fue el reconocimiento a unos investigadores que durante años aportaron interesantes ideas sobre riesgo moral, selección adversa, señales y selección. Desde que el hombre es hombre siempre se ha intentado obtener una ventaja sobre los demás en forma de desequilibrios informativos. Un individuo que tenga más información que el resto dispone, por tanto, de muchas probabilidades de triunfar en la vida. El ejemplo está en el interés de ciertos grupos de presión (lobbies) por hacerse con el control de medios de comunicación (radio, TV, prensa) para, de este modo, disponer de las herramientas necesarias para intentar controlar o manipular al conjunto de la población. No obstante, quizás donde mejor se vea esta realidad es en los mercados financieros, en los que la información es un bien aun más preciado que el propio dinero. La lucha de fuerzas que se da en todos los ámbitos de la economía tiene un objetivo común, el control de la información.

Los problemas de la información asimétrica

Los problemas de la información asimétrica

En primer lugar, podríamos empezar hablando del riesgo moral, que es una variedad de información imperfecta. Para explicar este término podríamos poner el caso de ‘principal’ y ‘agente’. A modo de ejemplo podríamos imaginar una empresa en la que existe un sólo jefe y un empleado. El primero no puede ver lo que hace el segundo pero se fía de él porque tiene confianza en su trabajo. Sin embargo, a pesar de esa confianza, existe un riesgo a que el trabajador no cumpla con sus funciones, lo que derivaría en un comportamiento poco honrado o no deseable. Esto es lo que se denomina ‘riesgo moral’ y se da con frecuencia en muy diferentes ámbitos. Otro ejemplo podría trasladarse al ámbito político. ¿Cómo sabemos que un representante político cumple con sus funciones, que no son otras que servir al ciudadano? En ocasiones, a priori, es difícil observar el comportamiento del político, por ser poco transparente. El fenómeno más característico de este ejemplo es el de la corrupción.

Otro caso de información imperfecta, hace referencia a la selección adversa, que consiste en beneficiarse de una determinada situación (intercambio) por disponer de más información que el resto de individuos. Un ejemplo de esta tipología de información imperfecta es el de los coches de segunda mano. ¿Cómo saber hasta que punto el propietario del vehículo no está ocultando información del mismo para poder venderlo a un precio superior? ¿Tarea complicada verdad? Sobre todo lo entenderán aquellos que lo hayan experimentado en sus propias carnes. La selección adversa es una de las mayores imperfecciones de un mercado que acentúa la desigualdad. Los economistas neoclásicos sostienen que la ‘mano invisible’ que maneja los intercambios económicos, es la que hace que el sistema sea eficiente. No obstante, hablar de eficiencia en un contexto real es poco menos que utópico. La ausencia de imperfecciones en los mercados es una situación inimaginable que no se considera salvo en modelos hechos a papel. Quizás este punto esté relacionado con el artículo en el que comentábamos las diferencias entre el ‘Homo economicus’ y el ‘Homo Sapiens’ (el de la vida real). También en la esfera política se puede hablar de selección adversa. Por ejemplo cuando los partidos políticos (aun sabiéndolo) ‘venden’ a los ciudadanos un programa electoral que contiene medidas irrealizables. La característica más conocida en este caso se denomina: populismo.

Selección adversa y riesgo moral

Selección adversa y riesgo moral

Y por último vamos a hacer referencia a dos términos que se dan con frecuencia en el ámbito de las entrevistas de trabajo: señales y selección. Una señal es un elemento que de alguna manera demuestra a un individuo desinformado la existencia de información sobre un determinado ámbito (público o privado). El ejemplo más típico es el de los títulos universitarios. ¿Se corresponde la capacitación del aspirante con las señales que posee? Aunque en líneas generales las teorías de la educación señalan que a mayor educación mayor productividad; la teoría de las señales se desvincula de tal afirmación al considerar que pueden existir individuos con un ‘papel’ que diga que son cualificados, pero que en realidad no lo sean. No obstante, en cierta manera (y teniendo en cuenta problemas de selección adversa), las señales son un modo de acreditar que se está capacitado/a para hacer un determinado oficio. Como la mera existencia de una señal puede no ser suficiente, algunas empresas emplean lo que se denomina ‘proceso de selección’. La ‘selección es una manera de inducir a que el individuo informado revele su información. En este sentido, un ejemplo sencillo podría ser el de llevar el coche de segunda mano que se desea, a un mecánico para detectar posibles averías. En el caso de la entrevista de trabajo, un ejemplo podría ser el de un cuestionario con preguntas sobre las capacidades del aspirante. Por otro lado, en ámbitos políticos, un ejemplo de señal sería la trayectoria profesional del candidato; y un ejemplo de selección, serían las preguntas de los ciudadano en un debate pre-electoral.  

Como vemos en Economía nos enfrentamos a diferentes problemas. Uno muy típico es el de la información imperfecta. ¿Cómo saber cuánto saben los agentes económicos? Difícil respuesta. En relación a esto, la existencia de un regulador que vele por el buen funcionamiento de las instituciones es básico, pero existe un ‘pero’: ¿Cómo saber si el regulador no está también afectado por problemas de asimetrías de información? Aunque la respuesta podría ser establecer un regulador del regulador, la realidad es que es difícil poner coto a los fallos e imperfecciones que se dan en la vida real. Al fin y al cabo son circunstancias inherentes al propio ser humano.


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