Revista Cine
El Equipo A
Un año antes de realizar una de sus películas más aclamadas y conocidas, A sangre fría (1967), una buena adaptación al cine de la grandísima novela homónima de Truman Capote, el director norteamericano Richard Brooks se dispuso a realizar un western lleno de acción llamado Los profesionales, en el que destaca un reparto difícil de olvidar: Lee Marvin, Burt Lancaster, Robert Ryan, Jack Palance y Claudia Cardinale.
En las postrimerías de la Revolución Mexicana, un rico tejano llamado J.W. Grant (Ralph Bellamy) contrata a cuatro tipos para que rescaten a su esposa María (Claudia Cardinale) que ha sido secuestrada por el buscado y temido Jesús Raza (Jack Palance), el cabecilla de unos ciento cincuenta revolucionarios mexicanos que exige 100.000 dólares en monedas de oro. Los cuatro hombres elegidos deberán enfrentarse a las inclemencias de los paisajes áridos en tierras mexicanas, donde pasarán mucho calor y frío, y cada uno de ellos tendrá que hacer valer su especialidad: Fardan (Lee Marvin), que ahora se dedica a enseñar el manejo de armas automáticas por cuarenta dólares semanales, estuvo con Pancho Villa como experto en armas y será el encargado de conducir a los demás a esos terrenos ya que conoce bien a Raza; Hans Ehrengard (Robert Ryan), ex-soldado de caballería, es un ganadero y entendido en caballos; Jacob Sharp (Woody Strode) es un negro muy fuerte, especialista en el tiro con rifle, con arco y en el lazo, y es el mejor rastreador y explorador de los territorios donde van a ir; y Dolworth (Burt Lancaster) es un mujeriego experto en dinamita al que deben sacar de la cárcel pagando setecientos dólares de fianza si quieren que les acompañe a la misión.
A partir de una novela de un tal Frank O'Rourke, Brooks adapta acertadamente la historia y obtiene un entretenido film en el que destaca un buen ritmo narrativo, una puesta en escena muy correcta, y una gran fotografía de Conrad Hall que volvió a trabajar con el director en la mencionada A sangre fría y que durante su carrera consiguió nada menos que nueve nominaciones a los Oscars y dos estatuillas, una por Dos hombres y un destino (1969) y la otra treinta años más tarde por American Beauty. Pero no hay que olvidarse de las buenas interpretaciones, sobre todo de Lancaster y Marvin que representan a los personajes principales. Ambos llevan el peso de la historia y hay varias escenas en las que aparecen solos dialogando y en las que se ve la gran química que hay entre ellos, recordando cuando estuvieron juntos a las órdenes de Villa, en pleno apogeo de la Revolución, y su búsqueda quimérica de oro durante un año. Hay que remarcar que es imprescindible ver la película en versión original subtitulada porque, aparte de así poder oír la gran voz de Lee Marvin y el acento inglés de la Cardinale, es curioso ver a estos actores hablar en español, sobre todo a Palance, que debe usar un español mexicano, algo que no le resultaría muy difícil porque era un actor que sabía hablar nada más y nada menos que seis idiomas, entre ellos el español.
Hay que comentar también algún detalle no tan positivo de la película. Los otros dos personajes, interpretados por Ryan y Strode, son secundarios pero se nota que el personaje de Ryan se queda bastante en tierra de nadie ya que, aún pareciendo más importante que el de Strode, no llega a estar muy bien construido, algo que el espectador se percata. Igual que la escena del segundo enfrentamiento con unos mexicanos, no muy bien resuelta, o el mismo final, un tanto esperado y no muy creíble. Pero esto no hace que la película se desperdicie, ni mucho menos. Los profesionales es un digno western, bien acompañado por la música de Maurice Jarre y con el gran aliciente, por supuesto, de ver a la despampanante Claudia Cardinale, que hará las delicias de algunos espectadores a causa de su imponente presencia. Aunque también son destacables algunas escenas de acción y, sobre todo, la forma en que es tratado el tema de la Revolución mezclando romanticismo y nostalgia en varios diálogos, creyendo alguno de esos personajes en un ideal que se va diluyendo y en una época que parece que ya no volverá.
"Un simpático y eficaz western con las buenas interpretaciones de Lee Marvin y Burt Lancaster y la inolvidable presencia de Claudia Cardinale"