Intrincadas carreteras que nos acercan a núcleos rurales que se descuelgan sobre los peñascos o que nos llevan a sierras muy alejadas de la ciudad. Carreteras quebradas que nos elevan a atalayas vigilantes donde, en ocasiones, la frontera natural es un río que riega sus campos y huertos.
En algunos pueblos de Teruel los tejados de sus casas van decorando y trepando la montaña que se encuentra coronada por un castillo; en otros, las fachadas juguetean y se amoldan con precisión hasta los extremos mismos de los barrancos.
Villas que quisieron mantener el encanto de sus plazas porticadas; de los patios interiores de sus casas; de sus portalones con forma de arco y de esos enormes aleros de madera tallada tan típicos del mudéjar aragonés.Pueblos medievales para recorrerlos con todos los sentidos. Ambientes con aromas a pan recién hecho, a leña, a tierra mojada, a carnes asadas o a jazmín. Recorridos para escuchar el ruido de nuestros pasos sobre los cantos rodados, el sonido de un adarve sobre el metal o el arrullo melodioso de un río. Villas que se caracterizan por su color, ese que le ha dado una identidad propia: de yeso rojizo, blanco encalado, piedra y madera autóctona o de esas flores que se descuelgan sobre las rejas de las ventanas. Sensaciones rugosas como la fachada de una casa de piedra o el tacto cálido de un banco de madera que nos ofrece descanso en mitad de una plaza.
Una postal pintoresca que mantiene armonía con su color, ese tono tan característico de la tierra arcillosa de su sierra. Ese que logra mimetizar las casas con las montañas que surgen a su alrededor. Enclave inexpugnable y estratégico gracias a un foso natural con algunos meandros del río Guadalaviar. La naturaleza le convirtió en inaccesible y fue Aben Razín quien eligió estas tierras para crear una poderosa dinastía que otorgó a Albarracín autonomía durante siglos. Tanto que fue capaz de convertirse en capital de un califato hasta la conquista cristiana. Siglos más tarde, Pedro Ruiz de Azagra formaría un reino independiente poblado con gentes venidas desde Navarra.Albarracín es esa típica estampa de casas apiñadas en vertical buscando espacio dentro del recinto amurallado. Viviendas sencillas realizadas con piedra caliza y yeso rojizo donde asoma el entramado de las vigas de madera.
Casas modestas muchas. Esas que fueron construidas con viejos entramados de madera para hacerlas más resistentes porque faltaba espacio dentro del recinto amurallado y había que construirlas con varias alturas. Aleros de tejados tan anchos que tocan el del vecino y crean una atmósfera casi irreal por sus callejones. Adarves con formas de animales y rejerías en sus ventanas y balcones.
Partiendo de la catedral del Salvador que es el edificio más importante de este pueblo podemos acceder a la alcazaba, sus ruinas y el mirador que nos permite ver el acantilado y el curso del Guadalaviar.Arriba y desplazándose por la loma de la montaña se encuentra la muralla árabe que conserva la torre del Andador. Muros que pertenecieron a un gran entramado defensivo que llegó a tener tres niveles.Mora de RubielosSituado al lado del río Mora, el agua dio un don especial a este pequeño pueblo de Teruel. Rodeado de fuentes y manantiales sus habitantes supieron aprovechar esta riqueza natural para fortalecer su carácter agrícola.
Rubielos de MoraRubielos de Mora, Mora de Rubielos… dos pueblos que nos provocan la duda de cuál será cada uno pero que resultan de visita recomendada los dos.
Cantavieja Resulta muy complicado conducir por esta carretera en pleno Maestrazgo de Teruel, ir acercándose a Cantavieja y no hacer un alto en el camino. Porque nos ofrece una estampa muy peculiar colgada en lo alto de un precipicio. Esta simple impresión ya nos dice mucho del pasado medieval que pudo tener, ese típico de las fortalezas inexpugnables.
Mirambel Desde lejos ya se la intuye: coqueta, silenciosa, solitaria y entrañable. Y es que no me canso de describirla así: como una muchacha que mira desde esa celosía hacia las montañas del Maestrazgo y que nos da la bienvenida. Porque esa fue la primera impresión que tuve cuando pasé por el portal de las Monjas.
Sus casas se extienden hacia la escarpada ladera que está coronada por un gran castillo en ruinas desde donde surge un acueducto con varios arcos de medio punto.
Entre un relieve abrupto y montañoso hemos llegado a este núcleo rural. Su trazado urbano está delimitado por calles paralelas en pendiente que se van adaptando a la ladera de la montaña. Lo más destacable de Castellote es su fuente con esculturas góticas, el típico ayuntamiento porticado y su torreón templario. Merece la pena una visita guiada a esta torre que fue calabozo y en la que vamos a conocer la vida de los templarios en el Maestrazgo y curiosidades sobre todas las órdenes militares.Castellote fue declarado Conjunto Histórico Artístico y pertenece a la comarca del Maestrazgo de Teruel.
MolinosUn pequeño casco urbano que se asoma a un barranco queda ensombrecido por la peculiaridad de las Grutas de Cristal. Unas cuevas subterráneas que dieron vida a esta población apartada de la provincia. Pero merece la pena viajar a Molinos para conocer la catedral subterránea de Teruel.
BeceiteA lo largo de la comarca del Matarranya que atraviesa interesantes parajes naturales como El Parrizal y La Pesquera nos encontramos pueblos tan bonitos como Beceite.
Pero cómo dicen muchos cuando llegamos al pueblo, la gran mayoría lo hacemos por recorrer la Reserva Natural de los Puertos de Beceite y disfrutar de muchas de las actividades que organizan para los amantes de la naturaleza.
Así que este pueblo medieval también está declarado Conjunto Histórico Artístico. Pertenece a la comarca del Matarranya que se encuentra muy cerca de Tarragona.ValderrobresA siete kilómetros de Beceite hay una bonita población del Matarranya donde el cauce del río sirve de protección natural. Sobre una ladera y en el margen derecho del río, coronada por su soberbio castillo gótico vamos a pasear por Valderrobres.
Tiene calles dispuestas en forma de graderío y edificios que se van escalonando hacia la cima de la montaña que pretenden llegar a lo más alto: el castillo y su iglesia. Para entrar al pueblo lo hacemos por un puente gótico de tres arcos que termina en una torre almenada con un reloj de sol y dos pilastras con leones.
Lo mismo que hemos visto en otros pueblos de Teruel aquí nada más flanquear el portal nos vamos a encontrar en la plaza Mayor donde sobrevive el Ayuntamiento construido en el siglo XVI realizado en piedra labrada y con una fachada protegida por la lonja de dos arcos de medio punto.
A través de empinadas calles con grandes portalones de piedra, arcos y palacios con galerías de madera y algunas inquietantes gárgolas vamos a alcanzar el castillo y la iglesia.El castillo fue levantado por los árabes y después de la Reconquista Alfonso II fue convertido en residencia real. Una vez dentro de sus muros podemos recorrer algunas estancias que están reconstruidas como la biblioteca, comedor, residencia del obispo, pasillo almenado…Pegada a sus muros se encuentra la iglesia de Santa María la Mayor construida durante el reinado de Jaime II de Aragón. Un templo de una nave, un bonito rosetón y grandes dimensiones. Fue saqueado durante la Guerra Civil despareciendo cálices, custodias, el retablo y un sarcófago.Valderrobres también fue declarado Conjunto Histórico Artístico y se encuentra en la comarca del Matarranya.
MontalbánMontalbán, al encontrarse entre montañas y profundos barrancos, puede recordarnos al pueblo zaragozano de Daroca. Sus tejados árabes se van abriendo paso entre las peñas que se apiñan en torno al río Martín.
Nada más entrar nos recibe la torre de la Prisión. Un torreón que fue construido en el siglo XIII con cuatro puertas de arco apuntado y un balconcillo corrido de madera.
En el interior de la robusta iglesia de Santiago nacen manantiales que están cubiertos con una especie de altar donde, según cuentan, los caballeros templarios realizaban ritos iniciáticos. Su campanario, aunque arranca con base cuadrada, luego se torna en octogonal. Algo que vuelve a recordarnos a la Orden del Temple y el número ocho.
Dicen que a las afueras del pueblo hay una fuente donde los templarios rendían culto a las aguas subterráneas.
Montalbán se encuentra al norte de Teruel y pertenece a las Cuencas Mineras.Recorriendo pausadamente Teruel... ¿Qué pueblo medieval añadirías?