Cuando en noviembre de 2010 escribió sobre la indiferencia periodística que ninguneó la represión a ciudadanos originarios del pueblo Qom, Jorge recomendó visitar el blog de esta comunidad toba en Formosa: “quizás la mejor manera de informarnos sea seguirlo de cerca”, sostuvo en su post. Hoy, la sugerencia vuelve a encontrar asidero para contrarrestar -ya no el silencio mediático- sino la réplica sistemática de contenidos estándar.
Las complicaciones del corte en la avenida 9 de Julio y la (re)distribución de tierras entre las deudas K son los dos grandes cristales con los que los medios porteños (y sus subsidiarios provincianos) observan, de lejos, el reclamo aborigen. La elección de estas lentes responde a las inquietudes de una mayoría de lectores urbanos de clase media, defensores acérrimos del derecho individual a la libre circulación, antikirchneristas ávidos de datos y análisis que revelen/confirmen/ilustren el verdadero fondo del “kretinismo” y absolutos desconocedores de la realidad de sus compatriotas indígenas.
En estos últimos días de abril, el mismo diario que cada tanto 1) reivindica la figura de Julio Argentino Roca, 2) relativiza el genocidio de la campaña al desierto, 3) admite la publicación de columnas cínicas (ésta y ésta) sobre los derechos de los pueblos originarios le dedica al piquete Qom una cobertura online medianamente actualizada que incluye una fotogalería. El sustantivo “corte” está presente en la mayoría de los titulares.
El blog Comunidad qom Navogoh (La Primavera) nació un año antes de que los reclamos tomaran estado público: aquí, la presentación posteada en agosto de 2009. “Huelga de hambre”, “derechos (humanos)”, “represión”, “apoyo”, “justicia”, “negación”, “conflicto territorial”, “reclamo”, “lucha”, “marcha” son las expresiones/palabras con mayor presencia en los trescientos posts.
Las fotos que ilustran este espacio no se limitan a capturas del corte en la 9 de Julio. El blogroll exhibe una “muestra permanente” que remite al día a día de los pobladores y que sugiere la pertenencia a una realidad desconocida por los habitantes de Buenos Aires y ciudades del interior del país.
En la blogósfera, niños, adultos, viejos Qom adquieren una suerte de visibilidad en primera persona. Aún con todas sus limitaciones, la Web les concede un espacio donde prescindir de los estereotipos que la Argentina blanca y la mayoría de sus medios replican una y otra vez.