Las recientes noticias ponen de relieve como en la Universidad no hay tanta rectitud como se le presupone. No es un ente alejado de la realidad y compuesta por personas que están por encima del bien y del mal.
Ejemplo de esto hay muchos a lo largo de la Historia: robo de ideas, plagios, ninguneo, tratos de favor, competencia desleal, envidias, traiciones y un largo etcétera. Y la actualidad no es diferente, vivido en mi piel la apropiación de una idea propia. Pero ante doctores y catedráticos; ¿qué discurso perdudaría?
Esta entrada participa en la LXVII edición del Carnaval de Química. Holmio.
Alojada en el blogdescubrirlaquimica2:
Vayamos con un famoso ejemplo…
Benceno
Compuesto muy importante en la Química y la industria química (detergentes, gomas, medicamentos, etc) por ser un excelente disolvente y también un precursor de multitud de compuestos derivados.
El benceno y sus derivados, llamados también compuestos aromáticos, poseen una gran estabilidad reaccionando solo en condiciones especiales y algunas veces incluso solo con catalizadores. De forma general sus reacciones de síntesis se pueden clasificar en dos grupos: Reacciones con destrucción del carácter aromático y reacciones de sustitución electrofílica.
Estructura del Benceno
La fórmula del benceno es C6H6 , los radicales de los que se componen, -CH, no se disponen en forma de línea sino de anillo hexagonal con enlaces dobles y simples alternos. El descubrimiento de esta estructura se le otorga al alemán Friederich August Kekulé (1829-1896) durante su época como profesor en Gante, Bélgica.
Antes de este descubrimiento todas las estructuras de las moléculas químicas orgánicas se consideraban lineales, aunque esta forma en determinados compuestos no explicaban sus propiedades observables.
Kekulé compartió con la comunidad, en el ámbito de la celebración del 25 aniversario del descubrimiento (1890), la narración de su peculiar inspiración:
“Durante mi estancia en Gante vivía en un elegante cuarto en la calle principal. Estaba dispuesto a escribir mi tratado pero el trabajo no avanzaba, mis pensamientos estaban dispersos. Volví a mi asiento frente al fuego y me adormecí. Frente a mí aparecieron átomos que se pusieron a bailar. Se ponían en fila, enronscaban y giraban como serpientes. Pero mirad que sucedió. Una de estas serpientes se giró y se mordió la cola, me desperté rápidamente y me pasé el resto de la noche sacndo consecuencias para mi hipótesis”
Autoría dudosa
En 1984 John Wotiz y Susanna Rudofsky de la Universidad de Chicago realizaron una investigación respecto la narración que Kekulé había dado sobre su descubrimiento. Las dudas de ambos sobre tan magno sueño clarificador les llevó a investigar en los archivos personales de Kekulé ubicados en la Universidad de Darnstadt. Y consiguieron dar una explicación menos onírica y más humana que no dejaba en buen lugar al benerado Químico.
En el año 1854 un Químico francés llamado Auguste Laurent había publicado un libro donde le daba la conformación de anillo al cloruro de benzoílo.
Kekulé sabía de la existencia de ese libro ya que en cartas a un editor alemán intentaba que este lo publicara al idioma germanol. A sumar está la citación de este mismo libro en un artículo de Kekulé del año 1855 pero omitiéndolo en el famoso de 1865 en el que proclamaba la estructura hexagonal del benceno.
Kekulé se benefició de su autoridad, prestigio y fama para que nadie pusiera en duda o indagara sobre tan gran (y raro) descubrimiento a las manos de Morfeo.
Quede de testigo las noticias de la actualidad para que el público en general sepa que las mismas acciones del mundo (buenas y malas) campan también en la Universidad. El halo de majestuosidad y poseedores de verdad que impregna a los rectores y/o catedráticos no es tan cierto, ya tengan todos los sexenios que sean.
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