Hola Graminoleños.
Hoy vamos a disfrutar en “La Graminola” con la música de uno de los grupos más representativos del rockabilly español. Un grupo auténtico y que sobre todo en la década de los ochenta pondría patas arriba a toda España a ritmo de puro rock & roll. Hablo de los barceloneses “Los Rebeldes”.
Hablar de este estilo de música en españa es hablar de Loquillo, pero sin ningún lugar a dudas, si hay alguien que puede considerarse a un nivel similar ese es Carlos Segarra, quien en 1979, junto a sus dos amigos Aurelio Morata y Moisés Sorolla fundaría Los Rebeldes, un grupo que en muy poco tiempo se convertiría en uno de los más emblemáticos del panorama musical español.
El verdadero alma máter del grupo siempre ha sido su bajista y vocalista Carlos Segarra, quien con tan sólo 16 años ya había formado su primera banda e intentaba abrise camino en los garitos de moda en la ciudad condal. Un jovencísimo Loquillo, que ya había empezado a ser popular, se fijaría en él convirtiéndose en su manager. Un encuentro que favorecería a ambos claramente.
En el año 1980, Loquillo junto a su banda “Los Intocables” lanzaba al mercado su primer disco de título “Los Tiempos Están Cambiando”. Ese disco contenía entre sus canciones una que se haría muy popular y en la que los tres miembros de Los Rebeldes serían los encargados de poner la parte instrumental. Esa canción es la archiconocida “Esto No Es Hawaii”.
Éste sería el espaldarazo que necesitaban, por lo que solamente un año después, en 1981, publicarían su primer disco titulado “Cervezas, Chicas y Rockabilly” que no era más que una declaración de intenciones de lo que iba a ser su música. Un disco que sería acogido con muy buenas críticas y con bastantes ventas.
La canción que se convertiría en el primer single de la carrera de Los Rebeldes llevaría el título de “El Rock Del Hombre Lobo” y se convertiría en uno de sus clásicos.
En poco tiempo comenzarían a adquirir mayor popularidad y sus actuaciones en directo en pequeños locales eran muy celebradas por sus fans. Poco a poco irían abriéndose camino en el mundo de la música y convirtiéndose en uno de los grupos de referencia de los rockers españoles, a los que va dedicada otra de las canciones de su primer disco: “Eres un Rocker”.
Esa popularidad recién adquirida llevaría a Carlos Segarra a convetirse en uno de los músicos que acompañaría a Sleepy Labeef, claro y genuino representante del rockabilly internacional junto a Robert Gordon, Matchbox o Stray Cats entre otros, en su gira internacional al pasar por España. Me imagino lo que disfrutaría el bueno de Segarra tocando el legendario “Hello Josephine” junto a uno de sus ídolos.
Pese a las buenas perspectivas, el grupo no acababa de arrancar. Abrirse camino en el mundo de la música en aquella época era toda una aventura y era bastante difícil que alguna casa discográfica apostara por un grupo sin tener la certeza de que iba a lograr un beneficio económico inmediato. Este sería el motivo por el que hasta el año 1985 no volverían a publicar un nuevo disco.
Y no sería un larga duración sino que seriá un mini Lp con tan solamente seis canciones pero entre ellas había dos que habían sido publicadas como singles con anterioridad y que lograrían un éxito bastante importante. Dos canciones que se convertirían en emblemáticas para Segarra y los suyos.
Este mini Lp llevaría el título de “Esto Es Rocanrol” y una de esas dos canciones a las que me refiero es este genuino y clásico “No Quiero Verte”.
El otro tema destacado he de reconoceros que es una de mis debilidades. El ritmo “cansino” y continuo que tiene esta canción me encanta. Como single no funcionaría mal pero tampoco arrollaría ni llegaría al nivel de temas que vinieron después, pero es de esas canciones que es solicitada siempre por el público en cada uno de sus conciertos. Hablo de “Esa Manera de Andar”.
El éxito de este disco sería el que catapultaría definitivamente al grupo hacia el camino del éxito, por lo que tan sólo una año después, en 1986 publicarían “Rebeldes Con Causa”, su primer trabajo de masas que se convertiría en un superventas y en el que se incluirían varias canciones exitosas, incluyendo una que se convertiría en su primer número uno. Pero vayamos por partes.
El primer single que se publicaría de este disco se convertiría en un éxito de inmediato y su título parecía una premonición de lo que se avecinaba. Su título, “Quiero Ser Una Estrella”.
El engranaje de la banda a esas alturas funcionaba a la perfección y el colofón iba a llegar en el verano del 1986. Por esa época publciaría el segundo single de este trabajo que se convertiría en uno de sus clásicos y de sus temas más caraceterísticos. Se auparía el número uno de la lista de ventas en nuestro país, convirtiéndose en la auténtica canción del verano, algo que repetirían unos años después. La canción de la que hablo es la adictiva “Mescalina”.
Su popularidad había crecido como la espuma y se habían convertido en uno de los grupos más reconocidos del momento. Sus conciertos en directo empezaron a ser cada vez más multitudinarios y ofrecían un espectáculo que no dejaba a ninguno de sus asistentes insatisfecho. Se había desatado la “Rebeldemanía”.
Por si fuera poco, cerrarían el año 1986 con la publicación de un nuevo single que también se convertiría en un gran éxito. Su título definiría lo que ese año había sido para ellos: “Eres Especial”.
Siempre he pensado que cuando un grupo publica un disco de grandes éxitos suele hacerlo cuando va a cambiar de estilo, cuando va a separarse o cuando las cosas no van demasiado bien y, sin embargo, publican sus discos en directo cuando están en su mejor momento. Por ese motivo, en el año 1987, Los Rebeldes elegirían la segunda opción.
Este disco sería el preludio de su éxito más sonado solamente un año después, y llevaría el título de “Preferiblemente Vivos”, contando con todos sus éxitos interpretados en directo, más un tema inédito titulado “La Ciudad Donde Nací”.
Llegamos al año 1988, sin duda alguna su gran año, sin duda alguna el año de su encumbramiento definitivo, el año en el que publicarían el mejor disco de su carrera y uno de los mejores discos de rock español en la década de los ochenta. Llegaría “Más Allá Del Bien Y Del Mal”.
Este dísco batiría absolutamente todos los records y se convertiría en su disco más vendido, llegando al número uno de las listas de ventas prácticamente desde el mismo día en que salió al mercado. Además contiene cuatro de sus canciones más emblemáticas que arrollaron una detrás de otra. Vamos con ellas.
Por su manera de hacer música y ese ritmo que tenían todas sus canciones, ya hemos visto que eran uno de esos grupos que cada verano solían colocar en todas las emisoras alguna de sus canciones llevándolas al éxito más absoluto como sucedería en su momento con “Mescalina”. Pues bien, en el año 1988 repetirían la historia pero a lo grande con una canción que narraba las delicias de las costas españolas, convirtiéndose de inmediato en la canción de ese verano, su canción más reconocida y un número uno absoluto. Como ya os habréis imaginado me estoy refiriendo a “Mediterráneo”.
“Mediterráneo” es sin duda alguna su auténtica seña de identidad y una de esas canciones que pase el tiempo que pase siempre permanece en la memoria de los rockeros españoles y que con sólo escuchar los primeros compases sientes una evidente invitación a ponerte a bailar. Lo mejor de todo es que éste no era el único “temazo” del disco, había unos cuantos más.
Uno de esos éxitos sería llamativo y sorprendente. Como hemos podido ir comprobando en la edición de “La Graminola” de hoy, no es habitual en la carrera de Los Rebeldes encontrar una balada entre sus discos y mucho menos entre los singles publicados. Pues hasta en eso iban a triunfar en esta ocasión.
Era la primera vez en su carrera que publicaban una balada como single y no les podía salir mejor. “Bajo La Luz De La Luna” se convirtió en un gran éxito de inmediato y también llegó a lo más alto de las listas. Ya no solamente nos ponían a bailar desenfrenadamente a ritmo de rockabilly sino que también eran capaces de hacernos bailar agarrados.
El disco se convertiría en una máquina de fabricar éxitos y la figura de Carlos Segarra, con su cabeza siempre adornada con ese eterno sombrero vaquero era cada vez más familiar. Sus actuaciones en directo eran espectaculares poniendo patas arriba al público desde el primer segundo, algo de lo que puedo dar fe ya que tuve la oportunidad ese verano de verles actuar en Murcia y nos hicieron vibrar a todos como acostumbraban.
No todos los singles que se publicarían de este disco obtendrían el éxito de estos dos temas, pero todos ellos llegaron a ser top ten, como lo sería también “Un Español En Nueva York”.
Pero si hay una canción que define bien a las claras lo que era este disco es un tema que se convertiría en un auténtico himno para todos sus seguidores que cada vez eran más. Una canción que define bien a las claras que es lo que perseguían y a quien iba dirigida su música. Hablo de “Mi Generación”.
Lo que estaba claro es que el listón que habían puesto con la publicación de “Más Allá Del Bien Y Del Mal” había sido colocado bastante alto e iba a ser muy complicado repetir su nivel y su éxito. Como iremos viendo, no solamente no volverían a crear un disco de ese empaque sino que, de alguna manera, irían pagando bastante caro según pasaran los años el descomunal éxito que tuvieron con este trabajo.
Su siguiente disco llegaría en el año 1990 bajo el título de “En Cuerpo Y Alma” y, como era de esperar, no alcanzaría el mismo éxito que su predecesor. Cierto es que en aquel momento la “marca Rebeldes” era lo suficientemente fuerte como para vender bien sus discos, pero ya no sería lo mismo. Las comparaciones son odiosas pero la música es comparación continua y en su caso ya ninguno de los discos que vendrían podrían compararse con “Más Allá Del Bien Y Del Mal”.
Aún así, el primer single que se publicaría de este nuevo disco, “Mía”, ocuparía puestos destacadados en las lsitas españolas.
En cuanto a ventas el disco no alcanzaría el éxito del anterior trabajo y únicamente se publicaría otro single más, un rock and roll a la antigua usanza titulado “Rebeca” que pasaría bastante desapercibido. Estaba claro que en su primer intento de repetir éxito masivo habían fracasado.
A partir de este momento su carrera entraría en un continuo cuesta abajo. No porque su música no fuera buena, sino porque comparada con sus mayores éxitos siempre salía perdiendo. Además, Los Rebeldes se habían mantenido siempre en el mismo sitio a la hora de hacer música, eran unos puristas del rockabilly y no iban a cambiar, siendo su evolución inexistente. Si a eso le sumamos que con la llegada de los 90 la música cambiaría drásticamente, es fácil de adivinar cual sería su futuro.
Solamente un año después, en 1991, lo volverían a intentar con la publicación de “Tiempos De Rock And Roll”, un disco muy en la línea del anterior en el que, sin abandonar su rockabilly de siempre, se acercarían algo más al sonido del rock tradicional. Su éxito sería bastante discreto.
Para recuperar el éxito de antaño lo intentarían con una balada, buscando el efecto que tuviera en su momento “Bajo La Luz De La Luna”. La canción en sí es una magnífica versión del clásico de Paul Anka “Put Your Heart On My Shoulder” que ellos titularían “Tu Mano En Mi Mano” y que pasaría bastante desapercibida.
Eso sí, no podía faltar el ritmo de siempre en el segundo single de este disco. Su título es “Immabelle” y tampoco alcanzaría demasiada popularidad. El dicho de cualquier tiempo pasado fue mejor parecía cumplirse muy a su pesar.
Como es habitual en estos casos, dado que sus últimos trabajos no parecían tener el éxito de ventas deseado, en el año 1991 publicarían un disco en el que versionarían clásicos del rock de siempre. El disco llevaría el título de “Héroes” y tampoco lograría una espectacular acogida. Eso sí, contenía algunas versiones bastante buenas como la que hicieron del clásico de Les Paul “How High The Moon”.
Dos años después, con la publicación de su siguiente disco, iba a comprobarse que con la manera de hacer música de los noventa, el rockabilly ya no estaba tan de moda y ese iba a ser el principal motivo para que su éxito no fuese tan multitudinario. Eran malos tiempos para la lírica.
Sería en el año 1993 cuando aparecería “La Rosa Y la Cruz” un disco que por calidad puede considerarse como uno de los mejores de su carrera, con un sonido y unos arreglos muy cuidados y con la sección de viento sonando como nunca. Con varias canciones que en condiciones normales deberían haber sido grandes éxitos, pero por aquel entonces era otro el tipo de música el que vendía y la casa discográfica ya no se volcaba como antes en promocionar sus discos ya que su popularidad había descencido bastante.
Como venía siendo habitual en los últimos discos, el primer single sería una balada con un sonido bastante cuidado cuyo título es el que da nombre al disco.
Pero el disco contenía también un tema que no tenía nada que envidiar a los grandes éxitos cosechados en la década de los 80. Una canción con el sonido de siempre, pero interpretado con la experiencia adquirida y que anima a bailar desde la primera nota. Su título, “Ella Quiere Más”. Lamentablemente, como las radiofórmulas apostaban por otro tipo de música y las casas discográficas no pagaban por que pincharan sus canciones y la desaparición de todos los programas musicales de las distintas cadenas de televisión, esta canción solamente la podemos paladear “en privado”.
En el año 1995 se produciría un importante punto de inflexión en la carrera de Los Rebeldes. Desde su creación, por el grupo habían ido pasando distintos músicos pero Segarra, Morata y Sorolla siempre estuvieron dando la cara al pie del cañón. Ese año, tras la publicación de un dísco grabado en directo con sonido acústico, Moisés Sorolla diría adiós a sus amigos abandonando su grupo de toda la vida.
El disco contendría muchos de los grandes éxitos de su carrera tocados en directo y de manera más tranquila y alguna que otra versión como esta del clásico de Elvis Presley “Burning Love” que ellos titularían, lógicamente, “Ardiente Amor”.
No venderían discos como antes, pero eran los mejores a la hora de hacer rockabilly sin ningún lugar a dudas.
La salida de Moisés Sorolla del grupo no sería definitiva, pero si que sería el principio de un descenso en su actividad. Segarra siempre había estado obsesionado con que si dejaban de publicar discos caerían en el olvido, pero dado que el éxito no era el de antes empezarían a espaciar algo más la publicación de sus nuevos trabajos.
El primer disco de esta nueva etapa llegaría en el año 1997 bajo el título de “Carne Para Tiburones” y la verdad es que su resultado no fue el apetecido ni muchísimo menos. Pocas ventas y unas canciones que realmente no acabaron de enganchar. Si acaso, podría destacarse este “El Último Surf”.
La impresión que daba es que el grupo se estaba diluyendo poco a poco. Disco a disco su éxito iba decreciendo y por el camino se habíanido quedando muchos de sus seguidores. Pero Segarra no quería rendirse y en el año 1999 publicarían un nuevo disco que realmente no estuvo a la altura de su nombre. La fuente se había agotado prácticamente del todo.
Este disco llevaría el título de “Vicios Y Virtudes” y por destacar alguno de sus temas podríamos hablar de este “El Club De los Vagos”, pero lo cierto es que no es que no tuviera un gran éxito sino que ni tan siquiera suena a Los Rebeldes.
Después de este pequeño fracaso, el grupo desaparecería de la circulación, dando la impresión de que ya eran historia y que no volveríamos a saber de ellos. Seguirían tocando en directo en escenarios de menor aforo y siempre sus temas emblemáticos, pero no publicarían ningún disco nuevo hasta cuatro años después, en 2003.
Si quedaba alguna duda de que Los Rebeldes habían finalizado su andadura, este disco parecía claramente su epitafio ya que “Rebeldes Y Rebeldes”, que así es como se llamaría, es un disco de duetos en el que interpretan sus grandes éxitos acompañados de amigos como Dani Martín (El Canto del Loco), José Manuel Casañ (Seguridad Social), Carlos Goñi (Revólver), Miguel Ríos o Jaime Urrutia (Gabinete Caligari), entre otros. Todo indicaba que su historia se cerraba aquí.
Los años irian pasando y lo harían sin noticias de Los Rebeldes, hasta que en el año 2008 llegaría una grata sorpresa en forma de publicación de un nuevo disco, el primero con canciones nuevas después de casi diez años, titulado “Más Sabe El Diablo”. No estaban muertos, que estaban de parranda.
Su regreso al panorama musical nos dejaría un disco con un sonido más cercano al rock and roll más puro que al rockabyilly de siempre, pero con la misma marcha y la misma intensidad, destacando sobre todos sus temas el titulado “Orgullo Y Pasión”, una canción que comienza de manera tranquila pero rompe de inmediato con guitarras y saxo en toda su plenitud.
Además, el disco contiene una canción que nos deja un sabor parecido al de uno de los temas más emblemáticos del grupo. Su título es “Agua de Valencia” y hace un recorrido festivo por localidades costeras … seguro que os suena. Con el ritmo que tiene podríamos decir que este tema es el “Mediterráneo” del siglo XXI (salvando las distancias claro está).
Con una nula promoción por parte de la casa discográfica, el disco apenas tendría recorrido salvo para los más puristas del rock y sus más fieles seguidores, pero lo cierto es que tenía suficiente calidad como para haber podido tener más trascendencia. Seguían siendo malos tiempos para la lírica.
La historia se repetiría cinco años después. En 2013 aparecería el que es hasta ahora su último disco, un trabajo del que casi nadie conoce de su existencia porque ni tan siquiera la prensa especializada se haría demasiado eco de su publicación. El disco titulado “123 Acción” resulta bastante continuista con respecto a su antecesor con algún guiño incluso al swing como sucede con el tema que le da título.
Siempre hemos escuchado que “los viejos rockeros nunca mueren” y esto se puede aplicar perfectamente a Los Rebeldes. Con el paso de los años han ido perdiendo importancia dentro del panorama musical español arrollados por la música electrónica, el reggaeton, las boybands y similares, pero los que somos de mi quinta podemos decir que son parte de la banda sonora de nuestra vida y aquel “Más Allá Del Bien Y Del Mal” siempre será un disco de obligada escucha al menos tres veces al año.
No tres veces al año sino que más bien tres veces, por lo menos, a la semana hay que visitar a nuestras chicas de “Esencia de Trementina”, que además de pintar y dibujar espectacularmente bien, nadie les gana a solidarias y a buen corazón.
Acaban de hacerse embajadoras de la Fundación “Aladina”, una organización sin ánimo de lucro que proporciona apoyo emocional, psicológico y material a niños y adolescentes enfermos de cáncer y a sus familias, hacendo que su estancia en el hospital sea más llevadera. Si visitáis sus habituales páginas web podréis recibir más información y contemplar su insignia de embajadoras.
https://esenciadetrementina.wordpress.com/
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Hasta la próxima Graminoleños
JUAN JOSÉ GOMARIZ