Ni pintura ni escultura: los retratos diseñados por Scott James Gundersen hace años que rompen con el concepto tradicional del arte al desarrollar sus obras empleando corchos reciclados con los que crea retratos que ya han viajado por todo el planeta.
Este profesor de arte supo transgredir y crear diseños con una noción más actual de lo que es o puede ser el arte, más allá de los materiales y métodos clásicos, y realizar sus ya conocidos retratos orquestando con gamas tonales miles de tapones de corcho que conservan las manchas de los diferentes vinos, hasta lograr dar forma a diferentes personajes.
Si el vino nos acompaña en las comidas y cenas con la familia y amigos, momentos de feliz celebración, los corchos de estas botellas son recuperados por este joven artista y convertidos en rostros para siempre y cuyos extremos, antes bañados en los caldos, se muestran al exterior buscando una nueva luz y dotados de una nueva significación.
El artista trabajando bajo la atenta mirada de su hija
Su fama se ha ido extendiendo y el pasado mes de enero recibió un encargo del gobierno portugués: inmortalizar a los Reyes de España. Para realizarlo necesitó alrededor de 40.000 corchos con el resultado que pueden observar bajo estas líneas.
Scott Gundersen viajó a Madrid para entregar su obra realizada con corchos de vino.
Celebro ver cómo los tapones de corcho pasan de la industria del vino al mercado del arte gracias a la audacia y amor por el reciclaje de un profesor de arte que, sin ninguna duda, será fuente de inspiración para sus alumnos y admiración para el resto de los mortales que observamos cómo sus trabajos, de una técnica muy depurada, cruzan la frontera imaginaria establecida entre el mundo de las manualidades o de la artesanía y el del arte. Renovarse o morir, atreverse o morir: esta es la lección ofrecida por el artista plástico de Michigan.
Corcho ecológico para estos retratos tan singulares
Los diferentes tamaños y tonos de los corchos son meticulosamente dispuestos para que emerjan los rostros. En su taller, Gundersen, creando uno de sus retratos. Fragmentos de sus retratos que nos permiten ver la disposición de los tapones de corcho de vino. Los tapones son fijados teniendo en cuenta la gama cromática natural, los diferentes tamaños, texturas y diámetros de las piezas; a modo de mosaico realizado con teselas cilíndricas con los que logra crear estos bajorrelieves tan originales, ecológicos y artísticos. Parte de sus retratos han sido expuestos en el Centro Jhon F. Kennedy, como estos de Federico García Lorca, Gabriel García Márquez, Gabriela Mistral y Jorge Amado.
El creativo trabajando en un gran mural
También ha recibido encargos de murales promocionales en vivo y son muchos los coleccionistas que ya han adquirido una pieza de este autor. Para aquellos que deseen tener una pieza tan singular, se encuentran a la venta en la web del artista, a través de la misma también pueden realizarse encargos. Me agrada el corcho. Debemos emplear corcho y evitar los tapones de plástico, etc. Tengamos presente que el corcho es un material natural, biodegradable, no contaminante y el árbol que lo produce (el alcornoque) ayuda a controlar las emisiones de dióxido de carbono porque lo absorbe y contribuye a frenar el cambio climático. De todo ello pueden profundizar más leyendo los diferentes artículos que nos facilita Adena.