Ha bastado que le dieran una página web nueva, como una navaja de barbero a un chimpancé, para que se automutile con el beneplácito del gobierno conservador. Porque no olvidemos que la Monarquía no da un paso sin la autorización del Ejecutivo... cuando no es el propio Gobierno el que sugiere los asuntos y redacta los discursos.
Después del tiro en el pie que supuso las expedición medieval a África para cazar elefantes, que fueron el no va más en el deterioro de la imagen del rey y de la monarquía en España, a alguien se le ocurrió que lo mejor que se podía hacer para lavar la imagen del campechano era dotarle de una nueva página web para intentar mejorar su imagen.
La inauguró con una foto que dejaba ver la línea sucesoria: El padre, el hijo y la nieta. Para dejarnos claro lo que nos espera, es decir, que la jefatura del Estado en España seguirá por muchos años sujeta a las leyes medievales que impusieron los visigodos.
Prosiguió con unas fotos pastelosas de la familia de Felipe de Borbón, como si mostrarnos el lujo en el que viven los acercara a los españoles que están en el paro, a los que desahucian de sus viviendas, a los que les han robado el dinero con las preferentes o a los ancianos que deberán repagar por sus medicinas. Gracias a ese reportaje fotográfico hemos podido ver lo que ya sabíamos: que los borbones viven como reyes, rodeados de lujos, vestidos de organdí y sumidos en la holganza cinegética.
Más parece un reportaje de Telecinco sobre cómo viven los ricos muy ricos en España mientras la mayoría de la población las pasa putas. ¿En el próximo sacarán a Briatore o a Agag?
Pero la guinda la ha puesto con su mensaje sobre las aspiraciones independentistas de Cataluña. Ahí parece adivinarse la mano de Rajoy, aunque mejorada. Yo no se la califica de "algarabía", sino de "quimeras". Hay que reconocer que se suavizan los términos. Se ve que alguien advirtió a Rajoy de que las formas también son importantes. Aunque el fondo sea igualmente desacertado.
¿Cómo se atreven a criticar a quienes plantean sus aspiraciones dentro de un marco democrático? ¿No tienes derecho los catalanes -sea cual sea su número- a reclamar un país independiente, lo mismo que los vascos? ¿Qué legitimidad moral tiene una monarquía medieval (perdón por la redundancia) para calificar de "quimera" las aspiraciones de los ciudadanos?
Pero no nos engañemos, estas afirmaciones van en la misma línea marcada por el Gobierno conservador de que exhibir una bandera republicana es incitar a la violencia. En España se va imponiendo la barbarie, donde merecen más crédito las instituciones caducas y podridas que las reivindicaciones que los ciudadanos expresan pacíficamente.
Mal vamos, por otra parte, si nos obligan a tragar cada semana un discurso real de Nochebuena.