¡Bueno días!
Sigo desgranandopoquito a poco los secretos de la boda de mi hermana. Parece el títulode una comedia romántica llevada al cine. Y es que si algo me gusta de prepararuna boda es precisamente todo lo que os estoy mostrando en estos posts: los detalles. Para cada boda su estilo y para cadanovia su gusto, pero siempre con muchos detalles.Para la decoración de las mesas (en realidad solo había dos), mi hermana y yo,nos decantamos por algo sencillo, elegante y concierto aire vintage (eso sí, sin caer en el exceso). Así que un par decompras, algo de lo que teníamos por casa y estas preciosas e inmejorablesrosas en un tono delicioso nos permitieron crear la decoración de la mesa tal ycomo mi hermana había imaginado.
La ventaja de una boda pequeña es que una misma puedeprepararse incluso los centros de mesa. Para ello utilicé unos preciosos jarrones de cristal que ya teníamos encasa, cinta plateada (la misma que utilicépara atar el ramo de novia), unos adornos navideñosen blanco (con plumitas), paniculata y rosas(de un color especial un rosa apagado con tonalidades verdosas).
Las mesas llevaban mantel delino color topo hasta el suelo y un cubre mantel de hilo finito en blanco.En la parte central, el camino de mesa que veisen la imagen en beige con detalles de bordado en blanco. Además, colocamos velitas pequeñitas en mini vasitos de cristal por toda lamesa y otras más grandes en la parte central con unos vasitos pintados monísimos.
Y aunque en la imagen no sepueden ver muy bien, también decoramos la mesa conestos angelitos plateados que aportaban a la mesa un toque romántico y un pocode luz.
Utilizamos unavajilla un tanto especial. Como Marina quería un guiño vintage y nada moderno en su boda, mi madre tuvo una granidea: utilizar la vajilla de nuestra abuela.Y quedó perfecta. La vajilla en blanco lleva estampada unas hojitas en tonosgrises y el filo de cada plato está bañado con un hilo plateado. Así que eraperfecta. Colocamos un bajo plato en blanco y encima la vajilla de herencia. Seguro que anuestra abuela le habría encantado.
Para indicar el sitio de cadacomensal en la mesa, creé unas tarjetitascon el nombre de cada uno. Utilicé un fondovintage con angelitos que también usé para el resto de elementos depapelería. Enrollé las servilletas y las até individualmente con cordelnatural. Después fijé los cartelitos con la ayuda de unas pinzas de madera plateadas con estrellitas (que lasuegra de mi hermana regaló unos días antes por si nos podían servir de ayuda,y vaya si nos sirvieron, quedaron genial).
Unavez más, os demuestro como sin gastar una fortuna podéis conseguir un eventototalmente personalizado y sin que le falte un detalle. Espero que las imágenes(a pesar de su calidad, son todas mías) os hayan gustado.
MilBesos y Mille PapillonsJud