El perfume es el resultado de una mezcla armonizada de sustancias odoríficas naturales y/o sintéticas. Su función es transmitir una sensación agradable, en algunos casos incluso mágica.
Nos permite expresar parte de nuestra personalidad y mostrar nuestros sentimientos y sensibilidades.
Quizá fue Egipto la cuna de las fragancias, ya que sus sacerdotes fueron los primeros en utilizarlas para el culto a sus dioses. Grecia, Roma y la cultura árabe continuaron cultivando las sensaciones olfativas. Hasta que llegó a Francia e Italia.
Según el tipo de piel, su humedad, nivel de grasa y PH (o grado de acidez de cada piel) un perfume puede perdurar más o menos tiempo e incluso tener un aroma diferente según quien lo lleve. Pero en cualquier caso, un perfume ha de ser como un libro: Ha de contar una historia. Con su entrada, corazón y desenlace o notas de salida. Desde el primer momento en que nos aplicamos una gota de cualquier fragancia, esta debe empezar a narrar su historia. Es un error no apreciar el perfume hasta pasados unos minutos, tal y como aconsejan a veces en las perfumerías. En cualquier caso las fragancias modernas, comerciales, suelen contar una historia muy breve, una historia que además no cambia demasiado en los tipos de piel. Sería una locura comercial. De ahí que utilicen determinadas sustancias que consiguen una fijación casi idéntica en todos los tipos de piel. Pero sus notas de entrada, corazón y fondo o salida son prácticamente imperceptibles y suelen oler igual o muy parecido desde el primer momento de aplicación hasta su permanencia definitava.
La formulación de un perfume es muy complicada, no se rata de mezclar aceites esenciales al azar y sin criterio. Y los porcentajes han de estar muy bien medidos y con mucha coherencia. Un perfume necesita al menos tres meses para macerar adecuadamente. Si compramos una fragancia hecha a medida, al instante, lo ideal será dejarla en su frasco tres o cuatro meses antes de utilizarla. Por supuesto, las imitaciones están elaboradas con materias primas e ingredientes de poca calidad, alcohol de caña que puede cambiar las notas y además suelen prescinidr de las notas de fondo, las de salida, que son las que realmente perduran más en el tiempo pero no se aprecian al aplicar o probar el perfume. Elaborar un perfume es hacer una obra de arte. Y por ello se ha de respetar.
Para encontrar una fragancia adecuada a nuestros gustos, primero debemos tener claro cuáles son nuestras preferencias olfativas. Experimentaremos el aroma en la tira de papel y si nos agrada se puede aplicar directamente sobre la piel. La zona más indicada es la parte interna del codo. Para escoger una fragancia lo ideal es ir por la mañana con la piel recién lavada y sin perfumar. Nuestro olfato tendrá menos información olfativa y percibirá mejor cada nota.
Una vez escogida la fragancia hay que tener cuidado a la hora de aplicarla y no excederse en la cantidad. Un perfume debe apreciarse al acercarse a la persona, es algo personal, íntimo y por lo tanto debe ser sútil y agradable. Aplicarse más perfume no significa que vaya a durar más en el tiempo. El perfume necesita calor para ayudar a decantar todos sus aromas, el cuello y las muñecas son los lugares más indicados pues es donde la sangre palpita…
Atención en verano, no aplicar sobre la piel del cuello u otras zonas que vayan a estar expuestas al sol, la concentración de alcohol aunque es pequeña, puede favorecer la aparición de manchas.
Nuestro Eau de Parfum 09 cumple ahora 5 años. Va camino de convertirse en un clásico ya que esperamos cumplir cinco años más. Está elaborado tal y como hacían antes los maestros perfumistas, utilizando exclusivamente aceites esenciales naturales. 17 esencias lleva nuestra fragancia, utilizando tan solo un 5% de alcohol para diluir los aceites entre sí. Su maceración es de cinco meses y perdura en la piel durante todo el día, ya que la calidad de las esencias consigue una buena fijación natural. Además es una fragancia que quiere a la ropa, en la que deja un suave aroma a limpio, a jabón y polvos de talco.
Sin embargo es un perfume que varía mucho de una persona a otra ya que no tiene ningún ingrediente químico para fijar sus aromas. Es una fragancia viva, cambiante pero que cuenta su historia de principio a fin. En nuestro caso es la historia de mis recuerdos olfativos de la infancia, con un homenaje final a mi bisabuela, ya que fue ella la primera persona que me habló del agua de rosa como la mejor forma de cuidar mi piel, ella así lo hacía.
La entrada es intensa, el principio del libro nos sitúa en el Valle de las Rosas de Bulgaria que nos invade por completo con un ligero picante proporcionado por la bergamota.
El corazón es la evocación al jardín de mi bisabuela y a mis caramelos favoritos, los de violeta. Un bouquet de flores con iris, rosa y violeta, rodeado de musgo fresco. Un paseo olfativo por el campo húmedo en primavera.
El fondo o las notas de salida, el final del libro y lo que perdurará en nuestra piel, es un suave aroma empolvado. Un homenaje especial a mi bisabuela y a su tocador, siempre repleto con los mejores perfumes franceses, polvos de talco y polvos de maquillaje. Se ha conseguido con almendra, vainilla y fevè tonka.
Eau de Parfum 09 es una experiencia olfativa única y solo apta para amantes de la perfumería y de las mejores y más selectas fragancias.
Muchos hombres lo han descubierto. Este ha sido el dato más curioso en estos cinco años de recorrido. Han encontrado en nuestro perfume un aroma diferenciador y muy agradable ya que el empolvado lo identifican con el jabón y la limpieza.
Pero son sin duda las mujeres que buscan diferenciarse y sentirse únicas nuestras más fieles prescriptoras.
A todos gracias por tanta fidelidad.
Os dejo fotografías de descarte de la primera imagen para Eau de Parfum 09. Realizadas por Mariluz Peñalver.