No te pido que me creas, solo que lo consideres. Quiero hablar sobre los niños cristales y los adultos índigos que encarnaron y están encarnando en el planeta desde hace ya tres décadas para elevar la vibración de la humanidad.
Acabamos de dejar la era de piscis, la era de un sistema arcaico, que no avanza, marcado por el intelectaulismo inerte, sin corazón, donde los valores estaban apoyados en el materialismo y la fuerza bruta fue el elemento que se utilizó para dominar.
Una energía primitiva, una era con energía masculina dominada por el hemisferio izquierdo del cerebro, discapacitada del hemisferio derecho. La era de acuario (femenina) nos invita a unificar dos tipos de energías opuestas, complementarias y necesarias para lograr esa transformación y alcanzar ese salto cuántico.
Querramos o no, la era de acuardio está llegando y su energía es la invitación a vivir la verdad absoluta, sin dioses externos, escuchando nuestra voz interior y aprendiendo a discernir lo real de lo inrreal. Una energía materna, amorosa, no dominante.
Muchos seres están llegando al planeta con un nivel más alto de consciencia. Vienen a cambiar, a romper un sistema que nos ha mantenido hasta hoy en la violencia y en la dependencia.
Los adultos índigos nacidos en la década del 70 de forma masiva han tenido la dificil misión de limpiar el camino para la llegada del niño índigo de esta época. Niños que nacieron a partir del año 2000 hasta hoy.
Los adultos índigos se caracterizaron por chocar con las estructuras establecidas. Han sufrido una enorme discriminación por sus características, que no encuadran en las normas educativas robotizadas, las cuales no tienen un sentido profundo del aprendizaje. Solo se educa para ser útilies a un sistema que identifica a la personas como números. La competencia ha sido el modo de enseñanza.
Las características de estos niños son rebeldía e inconformismo. Todo índigo tiene la semilla de líder adentro, magnetismo, originalidad y un sentido de transformación. Su meta es lograr alcanzar el desapego, la dependencia no es su modo de vida.
"Un indigo no promueve el cambio, es el cambio una célula que dará vida a la nueva civilización". María Monachesi.
El indigo es el rayo de luz de la era de acuario . El color del espiritu representa el puente q logra la integración.
"Un niño índigo no es un ser superior, es un ser humano distinto, con una nueva consciencia". Maria Monachesi.
Estos seres traen más desarrolado el hemisferio derecho (intuición, creatividad, telepatía, artes). Como nuestra educación actual valora más la lógica y la racionalidad (hemisferio izquierdo) estos niños se sienten discriminados por percibir la vida de una manera diferente.
"Los padres del "Niño Nuevo" respetarán sus manifestaciones asombrantes de joven y hombre. Si tal no lo hicieran, serán ellos responsables de la muerte moral del Niño Salvador. ¡El Alto les ajusticiará!". Benjamín Solari Parravicini.
"El "Niño Nuevo" dirá: Padres míos, yo soy en ustedes y ustedes en mí, para llevar renovación al mundo caduco, y el mundo en la hora "doce" será". Benjamín Solari Parravicini.
La energía cristal no tiene grandes diferencias con la índigo. La índigo, como dijimos anteriormente, es la destructors y la energía cristal es la constructora de una nueva simiente. Viene a sembrar nuevos paradigmas, su aura no es tan violenta como la índigo. Se caracteriza por niños dulces muy sensibles al entorno, con una profunda sabiduría, logrando alcanzar la vibración que propone la era de acuario.
Nuevas energías están llegando y nos ivitan a acoplarnos para lograr trascender. Ojalá la humanidad logre lo que los maestros del sendero desearon tanto. Los mensajes que dejaron son el faro que alumbra a una humanidad confundida y oscura, sedienta de luz, amor y comprensión.
¡Bendiciones infinitas!.
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