Los síntomas de la paranoia

Las enfermedades mentales de carácter más o menos grave, como la paranoia, la esquizofrenia y otros tipos de psicosis, pueden ser identificadas por algunos síntomas que se presentan de manera inconfundible. En el caso de la paranoia, y en el de la mayor parte de las enfermedades mentales, de todas maneras el diagnóstico quedará exclusivamente del lado del psiquiatra especializado en estos trastornos psicológicos.

Una de las características particulares de la paranoia, que la distingue de otras enfermedades mentales, es la delusión constante. La delusión de la paranoia se manifiesta como un estado de preocupación y alerta permanente que lleva al paciente a entrar en un estado de perseguimiento (se siente amenazado por terceros). El perseguimiento de la paranoia, las más de las veces, se presenta como una interpretación errónea de diferentes estímulos de la realidad (no suele haber alucinaciones, como sí ocurre en el caso de la esquizofrenia). 

Los síntomas más importantes de la paranoia son la preocupación constante respecto de amigos, conocidos y familiares (también puede haber sospechas, aunque las sospechas pueden recaer sobre cualquier persona que conozca y también sobre personalidades del mundo del espectáculo, por ejemplo). En cualquier declaración escuchada, la persona con paranoia interpreta todo tipo de significaciones negativas. Alguien con esta enfermedad mental, además, es renuente a confiar en los demás.

El tratamiento de la paranoia puede incluir la administración de psicofármacos (en la terapia psiquiátrica) o el uso de psicoterapias. Muchos profesionales recomiendan el uso del psicoanálisis, dado el enorme éxito que se ha obtenido en esta enfermedad mental sin tener que incrementar el uso de psicofármacos con numerosos efectos secundarios. Aunque se estén administrando psicofármacos, de todas maneras puede ser de gran ayuda la incorporación de una psicoterapia que ayude a la persona con paranoia a reconstruir sus lazos sociales.