Un estudio desarrollado por investigadores del Hospital St Michael’s de Toronto (Canadá), concluye que los niños que toman sustitutos de la leche de vaca, como por ejemplo leche de soja, leche de almendras o leche de cabra entre otras, pueden tener deficiencia de vitamina D. Como sabemos, la deficiencia de esta vitamina es la principal causa de problemas de salud como el raquitismo.
En el estudio participaron 2.821 niños con edades comprendidas entre 1 y 6 años, se formaron dos grupos, el primero estaba formado por los que tomaban sustitutos de leche de vaca y el segundo por los que tomaban leche de vaca. Se les realizaron análisis de sangre a ambos grupos y se constató que los niños del primer grupo tenían niveles de vitamina D mucho más bajos que los del segundo grupo.
Se cuantificó que los niños que tomaban leches alternativas tenían hasta el doble de posibilidades de tener deficiencia de vitamina D, por lo que además del riesgo de raquitismo, se incrementan los problemas de salud a causa de un sistema inmunológico más deficiente. Ahora recordamos un estudio publicado hace unos meses, en el que se aconsejaba proporcionar a los recién nacidos suplementos de vitamina D, indistintamente de si nacen en un país con poca o mucha luz solar.
Los expertos advierten que es necesario que los niños tomen suplementos de vitamina D, ya que se trata de un nutriente esencial para la salud ósea que puede prevenir el raquitismo y otras enfermedades. Se debe tomar ejemplo de lo que hacen en el Reino Unido, indistintamente del tipo de leche que se tome, los niños menores de cinco años deben tomar suplementos de esta vitamina. En cambio en Estados Unidos, Canadá y otros países, enriquecen la leche de vaca con vitamina D, cuando en realidad, lo que se debería hacer es enriquecer los sustitutos de la leche de vaca.
Este es un problema creciente, debido al incremento de las alergias, la intolerancia a la lactosa o el estilo de vida de una familia, no se toma leche de vaca y se opta por la leche de soja preferentemente. Hemos hablado del Reino Unido como ejemplo, pero a pesar de que es obligado el suplemento en ese país, 4 de cada 10 niños menores de 16 años sufren deficiencia de esta vitamina, por lo que se puede deducir que en los países que no existe esta obligación, la prevalencia es mayor.
Con respecto a los niños que participaron en el estudio, un 87% tomaban leche de vaca y el resto los sustitutos mencionados. Ante estos resultados la principal recomendación es que los niños que no toman leche de vaca tomen suplementos de vitamina D, por ello los pediatras deben recomendarlos en el caso de niños con alergias, intolerancias o por seguir una dieta alternativa que no incluye la leche de vaca.
Podéis conocer más detalles de este estudio realizado por el pediatra Jonathan Maguire, a través de este artículo publicado en la revista médica CMAJ (Canadian Medical Association Journal).
Foto | Cedar Summit Farm
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Los sustitutos de la leche de vaca pueden causar deficiencia de vitamina D