Revista Comunicación

Los Telecentros como impulso del impacto social de los modelos educativos 1:1 (Una computadora: 1 niño/a)

Publicado el 01 mayo 2013 por Pacoprieto @servilleta

Los Telecentros como impulso del impacto social de los modelos educativos 1:1

Autor: Manuel Acevedo

Este post es la continuación de uno publicado el 26 de febrero sobre modelos 1:1 en Latinoamérica, en el que se planteaba el propósito dual de estos programas: un objetivo educativo, para modernizar los métodos de aprendizaje y enseñanza; y un objetivo social, para reducir la brecha digital.

laptop
Ese objetivo social diferencia a programas 1:1 de otros esquemas de integración tecnológica educativa (ej. con laboratorios informáticos en la escuela). De hecho, la versión argentina del modelo 1:1, Conectar Igualdad, es concebido más como un programa social que educativo. Su primer slogan fue “Tres Millones de Netbooks”, y se presenta como una iniciativa nacional de inclusión social para favorecer la equidad y disminuir la brecha digital.

 Un post anterior en La Servilleta de Paco Prieto, se refería al impacto social del Plan Ceibal de Uruguay, probablemente el programa 1:1 más completo y que más se ha preocupado sobre impacto social. Un informe de investigación (Rivoir & Pittaluga, 2010) sobre la efectividad del Plan Ceibal como herramienta de inclusión social recalca algo que no sorprenderá a los lectores de la Servilleta: la mera reducción de la brecha de acceso no es suficiente para alcanzar la inclusión social. La investigación surgió como respuesta a la constatación de un problema: el déficit de capacidad a nivel de los hogares para usar las computadoras y aprovechar su potencial (las famosas laptops XO o ‘ceibalitas’ como las llaman en Uruguay). Y es que el propio director del Plan Ceibal de Uruguay, Miguel Brechner, había descrito a Ceibal como “un plan de inclusión social, que va más allá del ámbito educativo.”[3].

Los investigadores apuntaron a que el Plan Ceibal había dado pasos importantes hacia la inclusión socio-digital de la ciudadanía, realizando un gran esfuerzo presupuestal e institucional para brindar acceso a las TIC (incluida conectividad). Pero que para realmente avanzar en sus resultados, es necesario avanzar en la apropiación social de la tecnología. Recomiendan aumentar y mejorar el trabajo a nivel local con la ciudadanía, e iniciativas de carácter integral y transversal de políticas públicas y programas, para que la población esté familiarizada con el uso de las TICs y perciba las utilidades que éstas pueden tener en su vida cotidiana y en la de sus comunidades. En otras palabras, no dejar el impacto social a una incierta inercia producto de un mayor número de chicos con acceso a las TIC y del paso del tiempo.

Conectando iniciativas de inclusión socio-digital con los programas 1:1

carro ceibal
 Es un tanto sorprendente, dada la frontalidad de los propósitos de inclusión socio-digital en los programas 1:1, que las estrategias específicas orientadas hacia su dimensión social suelan estar mucho menos definidas que la integración de las tecnologías en los sistemas educativos; o sencillamente que no existan.  Dichas estrategias, como reflejan la investigación sobre el Plan Ceibal, deberían orientarse hacia la alfabetización digital de familias y comunidades donde están situadas estas ‘escuelas 1:1’ de forma que ellas puedan beneficiarse del acceso a la información, el conocimiento y la comunicación que las nuevas tecnologías posibilitan. El concepto de brecha digital va más allá de la falta de acceso a computadoras o Internet: se refiere a las posibilidades reales de aprovechar las oportunidades de las TIC para las personas. Por ello, la brecha digital se analiza hoy en base (i) al equipamiento e infraestructura (conectividad), (ii) a la capacidad para usar las tecnologías, y (iii) a la existencia de contenidos, servicios y productos relevantes. La nueva netbook en la casa solo responde al primer punto.

Existen iniciativas de inclusión digital en los ámbitos locales o comunitarios en la práctica totalidad de los países de la región, ya sean con apoyo estatal o desde organizaciones de la sociedad civil. Éstas pueden servir como aliados efectivos para los programas 1:1, y viceversa. Dichas iniciativas tienen una envergadura presupuestaria y política sustancialmente menor que los grandes programas 1:1 como un Plan Ceibal o un Conectar Igualdad.

ceibal bike

Un mayor nivel de inclusión socio-digital redundará además en mayor apoyo y mejor funcionamiento de los propios programas de modelos 1 a 1, al estimular la vinculación de la comunidad y particularmente de los padres y madres con las escuelas en un periodo de marcados cambios pedagógicos. Como se ha señalado en otro trabajo sobre el Plan Ceibal, “la colaboración de las familias, los profesionales de la información y la comunicación y otros actores sociales resulta fundamental en la medida que las redes funcionan principalmente fuera del ámbito escolar, y se registran mayores incidencias de prácticas sociales de intercambio e inclusivas. [1]

La siguiente tabla identifica acciones y procesos característicos de la dimensión social en programas 1:1. Esto no sólo ilustra la variedad de posibilidades de fomentar la inclusión socio-digital de dichos programas; además, evidencia las contribuciones directas a la buena implementación de los mismos (como en el apoyo a docentes, mantenimiento de equipos, o monitoreo y evaluación).

Tabla 1 – Relación entre acciones de dimensión social de programas 1:1 y los componentes operativos de los programas

 

Componentes de programas 1:1

Acciones de dimensión social

Contenidos educativos Generación de contenidos locales (historia, cultura, medio físico).

Formación Formación TIC básica a padres, organizaciones sociales, etc.

Identificación de ofertas de formación técnica TIC; e-learning

Estructuras de apoyo continuado a docentes a través de los telecentros

Vinculación entre escuelas y/o comunidades Acciones de hermanamiento y proyectos colaborativos entre municipios

Investigación Universidades/ONGs: sobre impacto social, laboral, de género,  a partir de las experiencias con programas 1:1.

Logística Formación profesional local para mantenimiento de hardware/software/redes

Monitoreo & Evaluación Participación de la comunidad (monitoreo participativo)

Gestión del conocimiento Información para familias y comunidades en el portal del modelo 1:1

Redes de pares (directores, padres, investigadores)

Contribuciones externas[2] Voluntarios: estudiantes de secundaria en acciones de alfabetización digital de adultos; apoyo a docentes; facilitación del monitoreo participativo

Programadores de software libre (voluntarios): producción/adaptación de aplicaciones para las necesidades de las comunidades

Vinculación de otros proyectos, incluyendo de la cooperación internacional (e-salud, e-residuos, gestión de desastres, etc.)

La cuestión es por tanto como situar programas de inclusión socio-digital ya existentes (y cómo desarrollar otros nuevos) en los ecosistemas de los programas 1:1, para contribuir a lograr los objetivos de impacto social de los segundos. Creemos que los telecentros deben ser parte de la respuesta.

Interacción entre telecentros y escuelas en el marco de programas 1:1.

Los telecentros pueden servir como instrumentos para estimular la inclusión socio-digital de familias y comunidades en el marco de programas 1:1 a través de una vinculación programática y estructurada. En casi todas las acciones y procesos señalados en la tabla 1, los telecentros pueden tener roles significativos. La estrategia central para ello pasa por la identificación y establecimiento de puentes entre las dimensiones educativas y sociales de estos programas. 

techo telecentro

Es preciso asimismo proyectar una visión de red, donde el programa 1:1 es un ecosistema compuesto de diversos actores (escuelas, estudiantes, familias, ONGs, administraciones públicas municipales y nacionales, empresas, voluntarios, etc.) en el que se intenta estimular vínculos operativos entre ellos. Un enfoque coherente con el paradigma de ‘Sociedad Red’ de Castells, y que contribuiría a una reticulación concreta y efectiva de los programas 1:1. Como expresó el pedagogo norteamericano Nicholas Burbules[3]: un programa 1:1 de escala nacional requiere “pensarse en red”, es decir, concibiendo el conjunto de sus componentes y actores desde una perspectiva de red.

 A continuación se describen posibilidades de actuación para los telecentros en ecosistemas 1:1, para que puedan integrarse de forma positiva y proactiva a dichos ecosistemas en su trabajo a nivel de familia y de comunidad. Se enumeran concretamente actividades y aportes tentativos de telecentros a las escuelas (es decir, a la comunidad educativa):

  • Formación de docentes en los telecentros (TCs)
  • Espacio en los telecentros como laboratorios sociales para el aprendizaje y creatividad de los chicos
  • Formación de técnicos en los TCs para mantenimiento de hw/sw en escuelas
  • Concientización (charlas) en TCs para padres, alumnos y docentes sobre las TIC
  • Creación del portal comunitario por el TC, participación de familias y escuelas
  • Formación sobre Tecnología y Educación a directores y gestores escolares
  • Tutorización de proyectos escolares y cursos e-learning en TCs
  • Proyectos Mayores-Estudiantes, incluyendo ferias de intercambios (ej. una tarta de manzana por configurar el Gmail J)
  • Proyectos comunitarios.
    • juegos (gyncana, webquest)
    • mercados y exposiciones
    • feria tecnológica (‘barrio-hacking’)
    • campeonato de juegos digitales
  • Redes de telecentros aportando experiencia sobre diseño/gestión de redes a las escuelas

Asimismo, también hay posibles acciones de apoyo que pueden aportar las escuelas hacia los telecentros, siempre para avanzar objetivos y el impacto social de los programas 1:1:


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