Los tipos de Internet y yo

Sigo y veo con interés la evolución de los asuntos de Internet, sus infinitas actividades disidentes y activistas, su política apartidista, sus tonterías y sus importancias desde el sillón dulce y suave, en realidad una silla y una mesa, de mi ordenador.También veo la ensalada de egos desatados, los gurús que lo son desde la gastronomía al fenómeno #15m dándose una importancia de torero más antiguo en la corrida más importante de la feria. Un narcisismo 2.0 que me llena de gracia por lo fatuo. Algunos de ellos incluso se ganan la vida, o la complementan, con esa "especialización en la totalidad" que otros vemos con la sorna de lo inútil pero la admiración del ganarse el pan de cualquier forma.Internet siempre ha sido mucho de eso, y del trol que a fuerza de serlo parece que adquiere un criterio que traspasa la verdad, del gurú que dice obviedades con el peso de un nombre construido con asuntos baladíes, de algunos emprendedores de aquí y allá con mensajes entre el tardoproletariado postmarxista y el neoliberalismo cuasidomesticado pero todo desembocando en el "soy muy bueno y vosotros muy vagos".Otra raza es la del palmero, corifeo, el consuetudinario acompañante jaculatorio, el excelente subsecretario de alguien que no es director general pero lo parece. El que tuitea rápido lo que dice un gurú, el que asiente convencido lo que dice un trol, el que ataca o defiende al grito de un jefe de filas que ni es jefe ni debería tener ninguna fila. El que suma mandamientos a los dados por alguien a quien no se le ha presentado ninguna zarza ni ardiendo ni siquiera existiendo.Queda otra especie la del ciudadano, la del escritor, que no sabe mucho pero se pregunta mucho, la del que duda por método, la que teme al Leviathan de los ensoberbecidos de si mismos, la del que piensa que "piensa pero puede estar equivocado", la que opina con la intención de "auscultarse" el propiopensar. A esa especie, que por desgracia está desapareciendo como las amapolas de los campos, es a la que me gustaría pertenecer. Y no a la de los egos, famas fatuos, que requieren el hablar como la base de Internet pero solo hablan con "iguales, la de los trolls que se creen subidos en una columna imperfectible de razón porque son inasequibles a la razón de la razón o a aquellos secundarios que buscan un acceso a las categorías anteriores a base de decir que si a todo lo que diga su diosecillo particular. La de los enterprisers mesiánicos y la de los insultadores que intersecan con todas ellas.Prefiero mantenerme librepensador, con pocos lectores, con pocos seguidores pero al menos uno que no me falla o, si acaso, solo me duda, yo mismo.Enhorabuena a los que ganan dinero, ego o popularidad jugando a otros juegos yo a este en el que no tengo porque decir lo que no pienso no tengo porque hacerlo: no lo haré.Internet, personas, unos, otros y yo. Recuerdos del día de mañana.Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.