El Hospital de San Juan de Dios reconvertido hoy en centro para mayores, es gestionado por la Fundación Gerón, siendo la propiedad del Obispado de Cádiz y Ceuta.
Los afectados de acoso laboral son todos aquellos empleados que la Fundación tuvo que asumir cuando se hizo con la gestión del antiguo geriátrico del Hospital de la Misericordia, propiedad del Obispado.
Los empleados llevan dos mensualidades sin cobrar (un mes y la paga extra).
Hostigamiento laboral de la fundación Gerón, para conseguir despidos voluntarios
CC OO aclara que el Obispado “se ha desentendido” del problema existente, pese a ser el propietario.
Los empleados han recibido en el último mes diez sanciones con la supuesta intención de «minar la moral» de unos empleados que llevan un mes y medio sin cobrar. Creen estar purgando su particular penitencia por un pecado, cuanto menos, desproporcionado. Solo así explican lo que en los últimos tres meses están pasando los trabajadores de la residencia San Juan de Dios, gestionada por la Fundación Gerón.
En el último mes han recibido diez sanciones disciplinarias «por los motivos más insignificantes», además de acumular dos mensualidades sin cobrar (un mes y la paga extra). Así lo denuncia Eva Díez, responsable del sector sociosanitario de Comisiones Obreras. Ella misma se reunió ayer con los empleados de San Juan de Dios para trazar las próximas movilizaciones ante una situación que «persigue minar la moral de los trabajadores».
Concretamente, confluyen dos problemas laborales, por un lado el retraso en el pago de las nóminas, una situación que también viven en los otros centros que la Fundación posee en la provincia, en San Fernando y Conil y provocada por el retraso de la Junta de Andalucía en el pago del concierto de las plazas, y por otro, la situación de «acoso» que se vive en San Juan de Dios.
Hostigamiento laboral de la fundación Gerón, para conseguir despidos voluntarios
Concretamente, los afectados son todos aquellos empleados que la Fundación tuvo que asumir cuando se hizo con la gestión del antiguo geriátrico del Hospital de la Misericordia, propiedad del Obispado. A esta institución pertenecían la treintena de trabajadores que ahora denuncian estar viviendo una situación límite, «un acoso laboral constante», según asegura Díaz, que está llevando a que más de uno se vea obligado a darse de baja por «situaciones graves de ansiedad». De hecho, la responsable sindical apunta a que este acoso persigue que los afectados «acaben por dejar sus puestos de trabajo».
Díaz califica como «denigrante» el padecimiento de parte de la plantilla que recibe sancione de la dirección del centro por los motivos «más insignificantes» en su trabajo diario. La propia responsable sindical reconoce «no haber visto nunca nada así», ante una situación que se vive desde los últimos tres meses. «En la última semana han sido cinco las amonestaciones», reconoce Díaz.
Valoración sindical de la situación
Ante este acoso laboral, la propia asesoría de Comisiones Obreras está valorando los casos que han motivado las sanciones que van desde el mero apercibimiento a la apertura de un expediente. Además, distintos empleados han acudido al Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación (CEMAC) ante las que consideran desproporcionadas e injustas. Por ello, presentarán al Sercla un calendario de movilizaciones basado en una huelga con paros parciales. «Están dispuestos a todo», reconoce Díaz. Entre estas acciones, los trabajadores no descartan encerrarse de nuevo en el Obispado, como ya ocurriera en el verano de 2010, ante la decisión de Gerón de no pagar sus nóminas.
En aquella ocasión, justo cuando los empleados fueron asumidos por la fundación, la mediación del vicario general de la Diócesis, Guillermo Domínguez Leonsegui, evitó el conflicto. Sin embargo, esta vez no ha sido así, según aseguran desde CC OO. «Se ha enviado un escrito a la Vicaría General de la Diócesis pero los empleados no han tenido respuesta», reconoce la sindicalista.
Todo ello, pese a que los propios residentes del geriátrico (son 70, 25 de ellos concertados y parte de los privados son sacerdotes) han comunicado al Obispado la situación que están atravesando sus antiguos trabajadores en unas instalaciones que son de su propiedad. «Los empleados se sientes desolados», explica Díaz, que dice sentirse preocupada «por el silencio y el desentendimiento del Obispado».
Por su parte, la responsable sindical dice haber intentado «un diálogo constante con Gerón» mientras que solo han recibido como respuesta «el ordena y mando». Por ello, llama tanto al Obispado, como a Gerón al talante para llegar a un entendimiento con dos objetivos finales: «que se pongan al día de las nóminas y que no continúe el acoso laboral sobre los trabajadores».
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