Erase una vez tres cerditos que querían independizarse de su piara y conocer otro mundo que no fuera el de la dehesa extremeña. Los tres cerditos eran hermanos y el mayor, ayudado por su experiencia, propuso que cada uno construyera su propia casa y poder estar así protegidos del temible lobo feroz. Por lo tanto el cerdito mayor les dijo:
- “Lo primero que necesitamos es un solar en donde el plan general nos permita hacer las viviendas que queremos,no vayamos a plantar nuestra casita en un suelo de protección de infraestructuras o en un suelo urbanizable.
Lo segundo es estar correctamente asesorados por un profesional, no sé… quizás un arquitecto, estaría bien. Alguien que junte sus ideas con las nuestras y lo lleve a la realidad, que organice los espacios y optimice la vivienda de tal manera que sea lo más eficiente energéticamente hablando.
Se me olvidaba deciros que junto con el arquitecto necesitaremos un director de obra, un aparejador o un ingeniero de la edificación, como ahora se hacen llamar, y, previo a la entrega del proyecto en la gerencia de urbanismo, tendremos que encargar un estudio geotécnico del terreno. Es mejor hacer un proyecto por cerdito, ya que si no tendríamos que contratar además a un ingeniero de telecomunicaciones”.
Durante el discurso que les estaba dando el hermano mayor, los dos hermanos menores empezaron a torcer el morro y no les convencía la idea de contratar a alguien que al final les impusiera unas ideas totalmente diferentes a las que ellos tenían. Aún así, y por respeto a su hermano mayor, continuaron escuchándolo.
- “Tras visar el proyecto en el Colegio Oficial correspondiente, entregaremos dos copias en formato papel y otra en formato digital como mínimo en la Gerencia de Urbanismo, junto con los documentos de propiedad del solar, el documento nacional de identidad, la hoja de datos estadísticos, el pago de la tasa por obra mayor y por ocupación del suelo, y rellenar el formulario tipo de la administración.
Mientras se tramita la licencia de obras en el ayuntamiento, de manera paralela buscaremos las contratas que construirán nuestros hogares. Les mandaremos los planos en PDF y la medición en BC3 para que nos presupuesten la obra e intentaremos elegir la más profesional, siempre que se ajuste a las limitaciones económicas que tenemos. Cuando ya tengamos…”
- “Un momento hermanito” dijo el cerdito menor.
- “Mi casa la haré yo solo, sin necesidad de ningún arquitecto ni de estar esperando por licencia alguna. Además la haré de heno y paja, que no puede ser más eficiente. Tardaré nada y menos en construirla, me ahorraré una pasta y podré comprarme el BMW descapotable que siempre soñé. Ya me verán por ahí conduciendo mi nuevo coche con las cerditas de paseo mientras ustedes están con su arquitecto”.
Los dos hermanos restantes empezaron con el papeleo y tras las primeras reuniones y al ver lo complicado que se estaba volviendo todo administrativamente, el hermano mediano decidió llamar a su colega Paco el jabalí, que era delineante, y le dijo:
- “Escucha Paco, a ver si me puedes hacer unos planitos de una casa de madera, de estas que ya vienen prefabricadas del tipo Leroy Merlin, algo sencillito, no te vuelvas loco, que luego te invito a comer y con lo que me ahorro nos pegamos la juerga padre. Se lo diré también a mi hermano el pequeño y así nos recoge con el BMW que se ha comprado el muy cerdo”.
El hermano mayor siguió con su odisea de hacer las cosas bien, por muchas trabas burocráticas que se encontrara, sabía que al final estaba haciendo lo correcto. Mientras los hermanos menores se lo pasaban pipa, desde el ayuntamiento le pidieron al cerdito mayor nueva documentación administrativa y planos modificados, que sustituían a los anteriormente presentados con la misma numeración.
Cuando los tres cerditos terminaron sus casas apareció Gerardo, el lobo Feroz, que venía de parte del Seprona, para comprobar que todas las viviendas tenían la cedula de habitabilidad y la primera ocupación. Gerardo llamó a la puerta del cerdito que tenía la casa de paja y al no tener los papeles en regla sopló y sopló y la casita derribó.
Corriendo, el cerdito menor se montó en su BMW y se dirigió a casa de su hermano el mediano, el de la casa de madera,… la del Leroy Merlín. Cuando llegó Gerardo operó de la misma manera, llamó a la puerta de la casa y, al no tener tampoco los papeles en regla, sopló y sopló y la casita derribó.
Los dos cerditos, desesperados, corrieron asustados a la casa de su hermano mayor. Cuando llegaron se encontraron con una casa "totally-desing", de bloques de ladrillo y hormigón armado, con un color blanco impoluto, ventanas horizontales y una puerta de entrada de tres metros de altura.
- "Pero hermano, ¿Quién te ha hecho esta casa?" Dijo uno de los dos cerditos.
- "Pues Joseba Torres, el flamenco. Hay cosas que no me terminan de convencer pero al final tuve que pasar por el aro. ¿Que hacen aquí? ¿Han tenido problemas con sus casas ilegales?" Contesto el hermano mayor.
- "Es el lobo Gerardo, que nos ha tirado las casas por no contar con cédula de habitabilidad y licencia de primera ocupación. ¡Estamos desesperados y no sabemos a quien acudir!" Dijeron los dos cerditos.
Cuando llegó el lobo feroz, Gerardo, se quedó impresionado por la forma de la vivienda. "No tiene balaustres" pensó. Llamó a la puerta de tres metros de altura y le pidió la documentación que necesitaba para comprobar que estaba todo en regla.
- "Por favor cerdito, necesitaría la licencia de primera ocupación y la cédula de habitabilidad de la vivienda". Dijo el lobo Gerardo.
- "Estooo, está todo en regla, lo que ocurre es que todavía se está tramitando el final de obra en el ayuntamiento" ...
Espero que hayan disfrutado leyendo este post tanto como yo escribiéndolo. Un saludo.
@ruymangsicilia