Revista Cultura y Ocio

«Los tres mosqueteros», de Alexandre Dumas

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

♦Prólogo de Arturo Pérez-Reverte♦

«Y el joven Dumas dijo: ¿Y si alguna vez esos cuatro mosqueteros míos se cruzaran en París con vos, capitán? ¿Y si vuestras espadas lucharan codo con codo, quizá contra el cardenal, o en defensa de la mujer? ¿O entre vuestra merced y ellos como adversarios…? Sería una historia inolvidable.» [Pág. 8]

Este párrafo lo escribe Arturo Pérez-Reverte al principio de la edición que Zenda-Edhasa ha realizado de la novela de Alejandro Dumas Los tres mosqueteros. Es una conversación imposible entre Alejandro Dumas y el capitán Alatriste aunque para el escritor y académico de la Real Academia Española, «borrar las fronteras entre realidad y fic­ción, y terminar no pudiendo diferenciar bien lo vivo de lo imaginado, resulta fuente de especial placer para cualquier autor. A fin de cuentas, para eso algunos escribimos novelas». (Véase Misión en París, Arturo Pérez-Reverte en Alfaguara).

«Los tres mosqueteros», de Alexandre DumasDicho esto, vayamos con la novela. Publicada originalmente por entregas en 1844, Los tres mosqueteros es mucho más que una novela de capa y espada: es una celebración del relato como espectáculo literario, un ejercicio magistral de ritmo, carisma y construcción mítica. Alejandro Dumas convirtió la aventura en un género de masas sin renunciar a la complejidad emocional ni a la reflexión histórica, y esta obra sigue siendo su emblema más perdurable.
La novela narra la llegada del joven d’Artagnan a París y su encuentro con los ya legendarios mosqueteros Athos, Porthos y Aramis, bajo el reinado de Luis XIII. Desde ese punto de partida aparentemente simple, Dumas despliega una intriga que combina duelos, conspiraciones políticas, pasiones amorosas y lealtades en conflicto. La célebre consigna “Uno para todos y todos para uno” no es solo un lema heroico, sino el núcleo ético del relato: la amistad como forma de resistencia frente al poder, la traición y el azar.

Uno de los grandes méritos de la novela es su extraordinaria vitalidad narrativa. Dumas escribe con una fluidez contagiosa: cada capítulo termina en un giro que impulsa al lector hacia el siguiente, herencia directa de su publicación seriada. Lejos de ser un defecto, esta estructura episódica dota al texto de una energía casi cinematográfica, donde la acción nunca se disocia del desarrollo de los personajes.
En el plano literario, los mosqueteros funcionan como arquetipos cuidadosamente contrastados. Athos encarna la nobleza melancólica y el honor herido; Portos, la vanidad exuberante y la fuerza; Aramis, la ambigüedad entre fe y ambición; D’Artagnan, por su parte, representa el impulso juvenil, la astucia y el deseo de ascenso social. Esta diversidad de temperamentos permite a Dumas explorar distintas formas de masculinidad, honor y compromiso, sin caer en la monotonía heroica.

«Todos para uno y uno para todos»

Especial mención merece el personaje de Milady de Winter, una de las antagonistas más complejas de la literatura del siglo XIX. Lejos de ser una villana plana, Milady encarna la transgresión, el resentimiento y la inteligencia estratégica en un mundo dominado por hombres. Su presencia introduce una dimensión trágica y moralmente ambigua que eleva la novela por encima del simple entretenimiento.
Históricamente, Los tres mosqueteros no pretende ser un tratado fiel del siglo XVII francés, sino una recreación romántica y dramatizada del pasado. Dumas utiliza la historia como escenario, no como límite, priorizando la emoción y el conflicto humano sobre la exactitud documental. En ello radica parte de su universalidad: el lector no busca datos, sino experiencias.

A casi dos siglos de su publicación, la novela conserva una vigencia sorprendente. Su reflexión sobre la amistad, la ambición, la lealtad y el precio de las decisiones resuena más allá de su contexto histórico. Los tres mosqueteros demuestra que la literatura popular puede alcanzar una grandeza duradera cuando se escribe con imaginación, oficio y una profunda comprensión del deseo humano de aventura.

En definitiva, leer a Dumas es recordar que la literatura también puede ser placer, vértigo y emoción sin renunciar a la inteligencia. Su obra no envejece: galopa.

Lee y disfruta de las primeras páginas de la novela.

El autor:«Los tres mosqueteros», de Alexandre Dumas
Dumas Davy de la Pailleterie, más conocido como Alexandre Dumas, fue un novelista y dramaturgo francés. Sus obras han sido traducidas a casi cien idiomas y es uno de los franceses más leídos. Varias de sus novelas históricas de aventuras se publicaron en formato de series, como El conde de Montecristo y la trilogía protagonizada por D’Artagnan, Aramis, Athos y Portos: Los tres mosqueteros, Veinte años después y El vizconde de Bragelonne. Sus novelas han sido adaptadas desde principios del siglo XX en casi doscientas películas y son internacionalmente conocidas.
Escritor prolífico en diversos géneros, sus trabajos suman casi 100.000 páginas. Comenzó su carrera escribiendo obras de teatro y escribió artículos en revistas y libros de viaje.​

El libro:
Los tres mosqueteros (título original: Les Trois Mousquetaires, 1844) ha sido publicado por la Editorial Edhasa en la Colección Zenda-Edhasa. Traducción de Carlos Pujol Jaumandreu; prólogo de Arturo Pérez-Reverte e ilustraciones de Augusto Ferrer-Dalmau. Encuadernado en rústica, tiene 512 páginas.

Como complemento pongo un vídeo en el que Raquel de la Morena nos habla de La verdadera historia del mosquetero D’Artagnan. Os recomiendo ver el vídeo ya que es muy interesante.


Para saber más:
https://fr.wikipedia.org/wiki/Alexandre_Dumas


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