Javier Sánchez, arqueólogo del CSIC, recoge muestras en el yacimiento de A Recacha. Foto: SEBAS SENANDE.
El hecho de que el yacimiento haya tenido un uso militar temporal hace que se reduzcan los hallazgos de materiales arqueológicos o restos monumentales. Sin embargo, la información que aportan el suelo de la zona y los pequeños objetos encontrados es más relevante para los arqueólogos. "Lo interesante es que hemos encontrado un registro arqueológico muy complejo, muy poco monumental, que es lo que llama la atención, pero que nos indica claramente cómo se inicia el proceso de dominación por parte de Roma en la zona, y tenemos también el registro de cómo se pone en marcha la enorme explotación de los yacimientos auríferos en los municipios", enfatiza Almudena Orejas.TRES AYUNTAMIENTOS IMPLICADOS CON EL CSIC
Los trabajos de investigación en A Recacha se desarrollaron durante diez días y han sido financiados a través de un convenio firmado entre los tres ayuntamientos a los que pertenece el yacimiento arqueológico: Ibias, en Asturias, Candín, en León, y Navia de Suarna, en Lugo, junto con el CSIC.
La previsión de las administraciones locales es conseguir la colaboración económica de los respectivos gobiernos regionales para poder seguir trabajando en los campamentos, tanto en el de A Recacha como en el de A Granda das Xarras, donde se recogieron muestras el pasado verano. "Por el momento, hemos pedido presupuesto al CSIC de las cantidades que estima necesarias para poder poner en valor los campamentos descubiertos, así como las minas de oro, y ver cómo lo financiaremos", comenta el alcalde de Ibias, José Ron.
Para las tres administraciones locales implicadas continuar con el proyecto es muy importante, ya que el objetivo "es rentabilizar de forma turística los descubrimientos", subraya José Ron.
AVANZAR EN LAS INVESTIGACIONES
Por su parte, el CSIC tiene el propósito de continuar avanzando en las investigaciones dentro de los campamentos y en las minas de oro, así como revisar los datos del poblamiento antiguo en la zona identificado en los inventarios arqueológicos "para poder relacionarlo todo, especialmente la explotación minera con el padrón y los mapas de la zona", asegura la investigadora del CSIC Almudena Orejas.
Además, la arqueóloga considera que queda mucho trabajo por hacer; "cuando analicemos las muestras que hemos extraído obtendremos información cronológica más precisa, hasta datos de la historia ambiental y de la vegetación de la zona", agrega.