Revista Empresa

Los valientes y el principio del fin

Publicado el 06 diciembre 2011 por Beatrizbeneitez
Los valientes y el principio del finBeatriz Benéitez Burgada. SantanderEstamos en crisis. Eso lo sabe todo el mundo. No voy a entrar en detalles, porque no hay más que leer la prensa, escuchar la radio, ver la televisión o buscar en internet para acceder a los datos relacionados con la economía, las empresas y el empleo (o mejor dicho, el desempleo). Pero, como procuro tender a lo positivo, hoy voy a hablar de los valientes. Los valientes son los que no se conforman, los que arriesgan, los que luchan. Y, sin duda, entre ellos, están los emprendedores. Las personas que intentan encontrar su oportunidad en medio de la crisis, las que nadan con inteligencia y fuerza para que no las arrastre la marea. Desde mi punto de vista, unos auténticos héroes, a los que las instituciones y entidades que puedan hacerlo deben mostrar su más incondicional apoyo. Puede que no sean muchos, pero haberlos haylos, como las meigas.
Mi cuñada, Laura, va a abrir un pequeño negocio, el Café Le Ble, a caballo entre panadería y cafetería. Un lugar en el que se podrá comprar el pan o unas magdalenas (los modernitos las llaman muffins o cupcakes), tomar un café y ojear el periódico, o disfrutar de un vino y un pincho. Estará en Torrelavega. La crisis no la impide poner toda la carne en el asador, hacer su análisis DAFO -con las consabidas debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades-, su plan de empresa y marketing y ponerse en marcha. Varios de mis amigos han abierto las puertas de un precioso hotel-restaurante en Solares, Los Guardeses. Han arriesgado todo lo que tienen y más para ponerlo en marcha. Y trabajan buscando sus oportunidades de negocio, sabiendo que los milagros no existen; que hay que trabajar mucho y bien y buscar el hueco. Un grupo de jóvenes empresarios cántabros dedicados al asesoramiento para la exportación (outsorcing), han abierto una pequeña delegación en Vietnam de su empresa, Nabega. Buscan sus oportunidades donde creen que pueden estar. Cuarenta y dos empresarios de Liébana trabajan incansablemente para poner en marcha un parque empresarial en su comarca, y evitar que los jóvenes tengan que abandonar su tierra natal para labrarse un futuro. Están ya cerca de conseguirlo.
Podría seguir y seguir. Pero creo que bastará esta muestra. No tienen garantizado el éxito, pero son valientes. Y no se conforman. Si hacen bien las cosas, las instituciones les apoyan (impulsando la puesta en marcha de nuevas empresas y nuevos proyectos en las ya existentes, o fomentando la creación de puestos de trabajo), y tienen un poco de eso que llamamos suerte, saldrán adelante. De las instituciones no quieren ayuda directa, ni que les saquen las castañas del fuego. Sólo esperan que creen el marco adecuado para que sus proyectos tengan una oportunidad: que faciliten la fluidez del crédito, que mejoren un poco las condiciones fiscales, que se simplifiquen los trámites administrativos y burocráticos... En definitiva, que les pongan las cosas un poco más fáciles. De trabajar, de buscar un pequeño hueco en el mercado y de desarrollar proyectos de calidad se encargarán ellos. Una de las palabras que más se repiten en referencia al modelo productivo, y que parece haberse puesto de moda es ¨emprendimiento¨. Pues bien, es hora de pasar de la teoría a la práctica, y de apoyar a esos valientes, que intentan poner su granito de arena para que en esta maldita crisis llegue el principio del fin. Ojalá sea pronto.

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