Revista Cultura y Ocio
La historia se repite cada año. La celebración del Orgullo Gay de Madrid, en el barrio de Chueca, no está exenta de controversia. Vecinos y organizadores se enfrentan, edición tras edición, por la avalancha de personas que visita el barrio con motivo de la fiesta más numerosa que se celebra en la capital.
La Asociación de Vecinos de Chueca ha interpuesto un recurso contencioso-administrativo contra el Ayuntamiento de Madrid, solicitando que se suspenda cualquier autorización administrativa para la organización de eventos en el espacio público del barrio durante el Orgullo Gay mientras no se cumpla con los procedimientos marcados por la ley para su adjudicación.
El presidente de la plataforma vecinal, Esteban Benito, ha asegurado a distintas agencias que los vecinos han apelado a los tribunales para que se paralice la autorización de esta fiesta, alegando que debe cumplirse "estrictamente" la normativa en materia medioambiental y de ruido que está vigente en la capital.
Reclaman que no se conceda licencia a las mismas personas que el año pasado "Dado que el Ayuntamiento no ha respondido a los requerimientos administrativos de nuestra asociación y que las noticias difundidas por los organizadores hacen pensar que el Consistorio no tiene la intención de cumplir y hacer cumplir la legislación vigente, hemos decidido solicitar amparo judicial", ha señalado el dirigente vecinal.
Así, se refiere a la petición de que no se permita la superación excepcional de los niveles de ruido máximos autorizados por la Ordenanza del Ruido dado que prácticamente todo el barrio se haya protegido por la existencia de dos residencias de ancianos, en la calle Gravina y en la plaza de Vázquez de Mella, respectivamente.
"Nos preocupa que se pueda despreciar la cobertura que la propia ordenanza da a los equipamientos sociosanitarios (y en este caso al derecho de unos ancianos al descanso) por el interés de unos empresarios", ha subrayado Benito.
Además, los vecinos también alegan que el año pasado se superaron ampliamente los límites fijados, que excepcionalmente eran más altos que los que rigen habitualmente en las zonas residenciales de la ciudad, razón por la que los organizadores del MADO tienen un expediente sancionador abierto (y sin resolver) en el Ayuntamiento. Por este motivo, reclaman también que no se conceda licencia a estas mismas personas.
Es la batalla de todos los años. El Orgullo Gay es la fiesta que más personas y dinero mueve en Madrid. No sólo se benefician los establecimientos situados en Chueca, sino los hoteles, restaurantes, locales de ocio, etcétera. No en vano, el Orgullo Gay de Madrid ha sido galardonado, en los dos últimos años, como el más atractivo y mejor organizado de los que se celebran en Europa.