Los zapatos de piel de Jeffrey Campbell son auténticas joyas creadas para vestir los pies de las féminas. Estos artículos de piel rozan la sensualidad y la feminidad a la vez que lo grotesco. Tiene tantos seguidores como detractores, pero lentamente está consiguiendo ser uno de los zapatos con más glamour del momento. Evidentemente el estilo de estos tienen que casar con la personalidad segura de la mujer que ose a ponérselos.
El diseñador se hizo popular con una línea de zapatos que se recogían bajo el nombre de “Lita”. Estos zapatos de piel tenían plataforma y tacón en madera que añadidos a una horma de cuerpo cerrado con cordones los hacían tan originales que fueron conquistando los armarios de las amantes de la moda. Este modelo de artículo de piel ha tenido que ir innovándose para no caer en lo repetitivo y Jeffrey Campbell lo ha sabido conseguir.
Veamos algunos de estos fantásticos modelos que ya en España podemos adquirirlos.
Este modelo es uno de los más clásicos que nos podemos encontrar.
El siguiente es uno de estos zapatos de piel que han seguido la línea de los botines con cordones y piel de borrego, zapatos que se pusieron muy de moda ya hace dos inviernos. Jeffrey Campbell para esta ocasión ha decidido cambiar el estilo añadiéndole su osado tacón.
Este modelo añade como innovador las punteras desnudas y parte de la horma, además de que prescinde de los cordones y le añade una hebilla. El color al ser tan clásico le quita bastante osadía al zapato de piel.
No sé con qué única palabra se podría definir este par de zapatos de piel, creo que son muchas desde original, enérgicos, descarados…pero más bien parece que hablo de una persona que de unos zapatos, pero eso es justamente lo que consigue Jeffrey Campbell, dotar de auténtica personalidad a sus creaciones.
Para mostrar hasta dónde llega la imaginación de nuestro protagonista del post me parece ideal el siguiente ejemplo donde casi parece que nos estamos ante un zapato.
Para acabar os dejo el modelo de Jeffrey Campbell que me encontré en Tokio y que os puedo asegurar que son increíbles, ¡no podía quitar la mirada de ellos!