Quizás por eso esta temporada los diseñadores nos tientan subiéndolos a la pasarela con cualquier largo de falda, acompañando a trajes pantalón y hasta en propuestas de alta costura...buscan reafirmar la feminidad, contrastándola con el más dandy de los zapatos; definir el estilo tomboy sin recurrir a evidentes iconos masculinos y, sobre todo, buscan sorprender.
Siempre hemos llevado los Oxford, Blucher y Monkstrap en colores neutros o con la clásica combinación en blanco y negro...pero como dos polos opuestos que se atraen, sus líneas robustas ahora nos seducen mezclando materiales y colores combinando copetes o flecos intercambiables. Cortes laser, trenzados, tachuelas, glitter...materiales inusuales como plumas, lana, tweed. Y esta primavera nos tentarán con aplicaciones de encaje, metalizados, flores de cristal y lentejuelas.
Personalmente son mi debilidad porque es una opción elegante y cómoda para un invierno tan cálido como este; y en ocasiones resultan originales, casi extravagantes, para dar el último twist a cualquier look. A la mayoría os convence con vaqueros o pantalones, pero con falda estrecha y un jersey oversized, una minifalda y una biker quedan muy "resultones".
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