Lucha con Lagartos

“Ahora vayan, y recuerden que los envío como ovejas en medio de lobos.”Lucas 10.3
Wow! Esto no suena nada divertido!
Anoche estaba viendo un programa llamado “Los Chicos Lagarto.” Se trata sobre unos muchachos que viven en Florida y su trabajo es el ir y rescatar caimanes que están atrapados en lugares peligrosos para las personas y para ellos mismos. El hombre encargado de la compañía esta completamente loco. Se viste con un traje isotérmico, se pone un esnorquel y se mete al agua turbia en donde están los caimanes. En el agua, él se usa asimismo como carnada para atraer a estos reptiles escamosos y así poder atraparlos y llevarlos a la orilla. Por qué hace él esto? Lo hará para matarlos y así hacer carteras y zapatos con su piel? Lo hará porque odia a los lagartos? Lo hará por motivos lucrativos? No. El lo hace porque ama a los lagartos y quiere ayudarlos para que ellos y la gente estén seguros. Después de que los Chicos Lagarto los atrapan, ya sea se los llevan a un lugar remoto y los dejan ir o los rehabilitan en su facilidad privada. Ellos se ponen en riesgo cada dia para asegurarse de que los lagartos puedan tener un futuro feliz y saludable.
Jesús le dice a sus discípulos “Vayan!” y que ellos son como ovejas en medio de los lobos. Las ovejas no hacen muchas cosas bien. Pero una cosa en la que si son efectivas es en atraer a los lobos. Mientras los discípulos se fueron, ellos eran literalmente la carnada, y se suponía que debían ayudar a quien pudiesen. Aun si fuesen los lobos mismos!
Como cristiano naturalmente atraes a algunos lobos. La gente querrá ir por tu garganta, esperando desangrarte. Pero al tu ver a esos lobos hambrientos a tu alrededor, deberías tener la misma actitud de los Chicos Lagarto, viendo que esa gente muy probablemente esta es un lugar en el que se herirán asimismo y a otros. Tu estas allí para ayudarles, si puedes.
Hoy, no le temas a los lobos. No te enojes con ellos por ser como son. Date cuenta que tienes la oportunidad de amar a quien esta frente a ti, aun cuando ellos estén gruñendo y pelando sus dientes.
Robert & Rebecca Vander Meer
LaArboleda.net