El anarco-estatismo - "abolición" o en su defecto la regulación del Capital por medio del Estado- como el anarco-capitalismo no es anarquismo, será en todo caso una variante o tendencia del marxismo en su forma totalitaria o "democratica" para instaurar una dictadura del proletarido de partido único o un gobierno de partido obrero representando los intereses del proletariado a través del Estado para regular las relaciones entre el empresario (Capital privado) y la clase trabajadora donde ésta queda atrapada por el engranaje que el Estado refuerza continuamente para administrar la organización basada en el Capital.
La tesis principal de Marx en la que argumentaba que el motor de la historia era la lucha de clases ha quedado obsoleta y por lo tanto liquidada al desaparecer la clase obrera de la escena social, disolviéndose en la estructura económica del mercado productivista impuesto por el Capitalismo y conformando una masa de trabajadores que se identifica con la burguesía (los intereses del trabajador son los intereses del patrón) para competir en una lucha sin fin con otras empresas y por lo tanto con otros trabajadores por unos beneficios cada vez más escasos debido a la división y especialización del trabajo que impuso de forma planificada el Capital con ayuda del Estado por medio de la técnica y la tecnología.
El efecto rebote en el que el trabajador se identifica con el empresario deriva de forma automática en el interés de aquel con el interés del Estado. Así los intereses del Estado son los intereses del trabajador.