Donde todos tus pecados serán perdonados
Pilar Pedraza vuelve a demostrar una vez más que lo fantástico es una cuestión de mirada. De hecho, los maravillosos ambientes retratados en Lucifer Circus —la era dorada del circo, viajes exóticos por el sudeste asiático, los ambientes ocultistas del París de la Belle Époque— le bastan a Pilar para crear una novela bella y misteriosa sin necesidad de recurrir a efectismos ni magias desbordantes. Porque precisamente eso, la magia, está en la pasión de su escritura —si me permiten el juego de palabras, en su pequeña pasión—, en su capacidad para evocar tiempos pasados y espacios desaparecidos. invocar lo sobrenatural con apenas una insinuación La amazona Gemma es quien nos cuenta la historia. Hija de china y catalán —su padre es, nada menos, el Gran Dinápoli—, sabe que acabará heredando el negocio familiar del circo, con cuya troupe convive desde que le alcanza la memoria. Su padre también vive dedicado en cuerpo y alma al circo, y preferirá la aventura de vivir en un carromato a la estabilidad de un hogar. De hecho, en un viaje a Java, además de comprar un "ligre", adquiere a Ma Tara Kué, una graciosa niña con el cuerpo y la cara cubiertos de vello a la que tratará como a una verdadera hija. Son tiempos del "más difícil todavía", y todos ellos viven buscando esa emoción.Me llamo Gemma Montbrió Saw pero todos me llaman Chinita. Mi padre, el apuesto Roger de Montbrió, conocido en el mundo del espectáculo como el Gran Dinápoli, fue primogénito y oveja negra de una acomodada familia catalana de ingenieros y políticosCon mentalidad adolescente, mezcladas la fascinación y una afectividad muy peculiar, Gemma nos cuenta esta historia itinerante, que transcurre a lo largo y ancho de varios países —del citado sudeste asiático a España, Francia o Inglaterra—, donde lo que nunca cambia son los compañeros de viaje, algunos más destacados que otros, pero todos genialmente singulares: el ilusionista Johnny Silente, el acróbata andrógino Ma Blonde, el domador cosaco Sdenka Sokolov... Todos ellos tienen un único destino posible: el circo, porque es allí donde no se pregunta por la procedencia ni el pasado, donde todos los pecados pueden ser perdonados. Siguiendo esa brillante amoralidad de Pilar Pedraza, que valora a personajes y acontecimientos en función de su fuerza estética sin detenerse demasiado en otras implicaciones, encontramos un fascinante retrato de las sociedades secretas que poblaron el París de finales del siglo XIX. Llaman especialmente la atención los Adamantinos, que solo aceptan en sus filas a aquellos que hayan escrito una tesis filosófica o un poema de 500 versos, y además hayan matado con sus manos a un rufián. Lucifer Circus es una novela de madurez, que con un registro erudito y apasionado recorre la Europa Oculta del XIX. Son tantas las tramas propuestas, tan diversos los ambientes, tan tica la galería de personajes, que solo queda dejarse arrastrar y embelesar por la pluma de Pilar Pedraza, capaz de invocar lo sobrenatural con apenas una insinuación. No me gustan las frases hechas, pero lo diré: escribe como los ángeles. Y añadiré: del infierno, por más señas. Valdemar, 2012 Compra en Estudio en Escarlata David G. Panadero