Lugares del Fútbol: Lisboa

Portugal no excede a la crisis que socava las fibras íntimas de Europa.Con altas tasas de desempleos, y en constante crecimiento a futuro, en especial en las capas juveniles, y una economía en recesión que no parece encontrar un remedio. La bellísima Portugal sufre los desvaríos de una economía débil que tiene al turismo como único sostén. Una desindustrialización similar a la que sufre España, vecinos de sangre, y aunados en un período crítico hasta ahora sin respuestas políticas ni económicas. El factor Grecia parece arrastrar a otros países. Como piezas de dominó que se desploman, en el que salvar a los bancos con multimillonarias cifras es la solución adoptada mientras millones de personas quedan sin empleo. Cualquier similitud a lo vivido por estos lares no es pura coincidencia, claro está.

Está lo malo, la información que llega, los recuerdos que afloran de otros tiempos. Lisboa, la capital de Portugal y la ciudad con mayor densidad demográfica, ubicada en la desembocadura del río Tajo, es el corazón productivo de Portugal, la tierra que sostiene las estructuras de este país, pequeño y siempre a la sombra de otros. En fútbol, Lisboa propone tres equipos como Sporting, Benfica y el menos reconocido como Belenenses, éste último con un presente no tan mediáticos como los dos mencionados anteriormente, pero con una gran tradición en el fútbol luso. Sporting y Benfica, junto a Porto, son los constantes animados del campeonato de primera división, con presencia activa en certámenes internacionales y un poderío a nivel local que imposibilita, salvo algunas excepciones como el Braga, que las conquistas se excedan de este trinomio.

La rivalidad reside en Lisboa entre el Sporting y Benfica. Sus estadios, el de Alvalade y el Estádio da Luz, respectivamente, se encuentran a pocas cuadras de distancias. Los Leones, el apodo que tomó el Sporting y las Águilas, en el caso de Benfica representan la antinomia más vital y antigua -más de 100 años- que tiene Portugal si hablamos de fútbol. Eusebio, el crack nacido en Mozambique fue un elemento histórico de combate entre éstas dos instituciones, tan cerca de jugar en el Sporting para convertirse en una de las glorias de Benfica, en un artífice en la consagración por duplicado en la Copa de Europa en la década del ´60.

Un clásico. Ni más ni menos. Sporting y Benfica alimentan una rivalidad centenario que sigue manteniendo vigencia como el primer día. Allí, el secreto de su éxito, que cada vez que se enfrenten se paralice Lisboa, es decir Portugal.