¿Qué sabemos de Bulgaria? Apenas unos recuerdos, ese partido maldito del Mundial de Estados Unidos en 1994, el que siguió luego de la suspensión de Diego Maradona, la genialidad de ese Hristo Stoichkov inmortal en el recuerdo de búlgaros y catalanes, Balakov, Penev, Ivanov y tantos otros. Sofía es la ciudad más grande de Bulgaria, además de ser su capital, con 1.4 millones de habitantes. Localizada en la región oeste, allí se desenvuelve en plenitud la movida política, económica, cultural y educativa del país. Su origen es ancestral, investigaciones indican ya la presencia de un asentamiento en la hoy Sofía por parte de los tracios, ya en el VIII a.C. Los tracios, un pueblo indoeuropeo fueron los precursores de una tierra que sabe de multiplicidad de etnias, que producto de esa mezcla latente y que ha perdurado a lo largo de los siglos, otorga a Sofía un encanto histórico muy particular.
Como en otros lados, la ciudad se fragmenta en dos partes si hablamos de fútbol. El CSKA (Club Deportivo Central del Ejército) y el Levski atraen las miradas de este territorio. Catalogado como el Derbi Eterno, ambas instituciones celebran en cada partido uno de los mejores espectáculos deportivos de Europa, saliendo de las fronteras, dando el aspecto de un clásico latinoamericano, no a lo acostumbrado que se observa cotidianamente en el Viejo Continente. La rivalidad, yace, presente, justamente en los dos equipos más populares y con más títulos en Bulgaria, casi con exclusividad. CSKA, campeón en 31 oportunidades y Levski, 26 veces. En los choques entre ellos, la estadística se da vuelta, ventaja para Levski, denominación en homenaje a Vasil Levski, un héroe de la revolución búlgara, de 26 partidos.
El inicio de esta antinomia arrancó en los años ´50, cuando la fundación del CSKA, una década antes, empezó a tejer fuerte en la vieja URSS. En momentos donde Uruguay se consagraba en el Maracaná, el CSKA derrotaba al Levski en la final de la Copa del Ejército Soviético. Ése fue el punto de inicio de las rispideces entre estos equipos, que a su vez fue propagándose con el correr del tiempo. Históricamente, el CSKA se vinculó con las clases más ilustradas de la sociedad búlgara, en cambio el Levski siempre se mantuvo estrecho a las clases más necesitadas, aunque esta distinción aparece menguarse en estos tiempos.