La Toscana es una de las regiones más fértiles en términos culturales y turismo de Italia. Enclave sustancial, con Florencia como capital, ubicada en la zona centro, tiene una superficie total de 22.994 kilómetros y una población que supera las 3,5 millones de personas. Toscana, de origen etimológico histórico, un término usado por griegos y latinos, para caracterizar la tierra de los antiguos pobladores, los etruscos. De Etruria a Tucsia y luego Toscana. Cambios paulatinos en las palabras que formularon finalmente el término que denomina a esta región.
La Toscana, con las montañas como apelativo a su geografía, posee nulas llanuras y un cuadro histórico de envergadura, con Florencia como eje, la tierra de los legendarios De Médici y de dos de los intelectuales más importantes de occidente como Nicolás Maquiavelo, autor de la célebre obra “El Príncipe” y de Dante Alighieri, el poeta y escritor, de la “Divina Comedia”, considerado el artífice del idioma italiano. El clima, variante en todas sus extensiones, siendo más crudo y lluvioso en el interior y habiendo diferencias sustanciales en temperatura, si analizamos invierno y verano.
En fútbol, Toscana se divide en tres partes: Fiorentina, Siena y Livorno. No obstante, el plato fuerte resulta el enfrentamiento de los dos primeros, el clásico toscano, con una rivalidad que excede al fútbol, es la identificación de dos lugares, como Florencia y Siena, donde se destaca un hecho histórico que sigue teniendo repercusión en estos tiempos. En 1260, en la batalla de Montaperti, se enfrentaron los ejércitos de estas ciudades, donde venció Siena a pesar de contar con menos armamento y soldados. Esa batalla, traída a la luz por las pasiones del fútbol, aparece casi por decantación al hablar de esta rivalidad. Se retrotrae esta historia, en especial los fanáticos del Siena, quienes muestran con orgullo esa victoria en el Siglo XIII. Hay un espectro de inferioridad, claro está, pensando en Florencia como una de las ciudades más importantes del mundo, con un caudal educativo, cultural y económico de relevancia en esta Italia convulsionada políticamente tras el alejamiento de Silvio Berlusconi. El caso de Siena es distinto. Sin tantas luces que la ciudad que supo hacer famoso e ídolo a Gabriel Batistuta, tuvo que otorgarse un espacio menos preponderante en la consideración general.
La Fiorentina, tras el desastre de la quiebra del cluby su descenso a la Serie B, supo resurgir de las cenizas. Mucho tuvo que ver la compra de la institución por el empresario Diego Della Valle, quien a lo largo del tiempo pudo recomponer a la entidad de una situación deportiva y económica muy complejo y hoy en la actualidad, el conjunto violeta retomó la senda de presencias en el Calcio. La historia del Siena tiene sus desniveles, con ascensos y descensos en su haber, fundado en 1904, no ha logrado ningún Scudetto y su objetivo cada año reside en el mantenimiento de la categoría.