No existe lugar sobre la Tierra que sea una copia perfecta del Marte actual, o pasado. Sin embargo, los científicos sugieren que la Tierra tiene pequeñas versiones de Marte.
Estos lugares podrían ayudar a los científicos a desarrollar una línea de tiempo de la historia del planeta rojo.
Al proporcionar ideas sobre cómo ha cambiado Marte a través del tiempo, estas imitaciones terrestres podrían ayudarnos a entender mejor los resultados de las misiones presentes y pasadas a Marte. También podrían ayudar a los investigadores a planear futuras expediciones para buscar señales de vida en Marte. Además, la investigación de estos lugares extremos en la Tierra podría aportarnos una nueva visión sobre los límites de la vida.
El Marte actual visto por el Telescopio Espacial Hubble. Es posible comprender mejor la historia marciana mediante el análisis de algunos lugares muy extremos aquí en la Tierra.
El astrobiólogo Alberto González Fairen del Instituto SETI y sus colegas del Centro de Investigación Ames de la NASA identificaron tres eras que atravesó Marte.
En la primera era, fría y húmeda, existía la suficiente agua líquida y energía para que Marte fuera potencialmente habitable. En la segunda era la "Bola de Nieve marciana", Marte las condiciones fueron extremadamente difíciles, y el agua líquida que podría haber hecho posible la vida comenzó a escasear.
En la era actual hiperárida, la superficie se han vuelta en gran parte inhabitable, salvo tal vez algunos nichos aislados.
"Hemos tratado de asignar a cada análogo terrestre un momento específico en la historia geológica marciana, para que podamos estudiar la evolución de los entorno de Marte y la Tierra", explicó González Fairén. "Esta va a ser la única forma de hacernos las preguntas correctas." Su investigación se detalla en la edición de noviembre de la revista Astrobiology.
Primera era. Marte frío y húmedo
Los primeros 700 a 900 millones de años de la historia del planeta rojo son llamados la primera era de Marte. En esa época, aunque las temperaturas globales eran frías, el agua líquida era probablemente abundante sobre la superficie. El planeta también tenía una atmósfera más densa y un campo magnético global que podría haberlo protegido contra la radiación hostil, ésto le habría ayudado a mantener la mayoría de las condiciones para que Marte fuera hospitalario para la vida tal como la conocemos.
La mayoría de las características vinculadas al agua y los depósitos de minerales observados hasta ahora en Marte, se derivan de esta primera edad. La mayor parte de la superficie se componía de rocas volcánicas y sus suelos asociados reaccionaron con las aguas superficiales para producir una gran variedad de minerales. Estos incluyen los filosilicatos, que son productos típicos de la erosión de los basaltos volcánicos, y las evaporitas, que son depósitos que se forman después de la emanación y evaporación de aguas subterráneas.
Situación geográfica de los análogos terrestres de Marte
Cuatro lugares en la Tierra imitan las rocas de esta edad en Marte. Estos lugares podrían ayudar a comprender no sólo la química que dominó en la superficie del planeta rojo en ese entonces, sino también el potencial para la vida y para la preservación de sus huellas.
La región North Pole Dome de unos 600 kilómetros cuadrados y situada en la región de Pilbara de 3500 millones de años de antigüedad en Australia occidental, es un excelente análogo para la formación de filosilicatos marcianos, señalaron los investigadores. La región también contiene evidencias de la primitiva biosfera de la Tierra en forma de estromatolitos y posibles microfósiles más de 3000 millones de años, por lo que podría ayudar a aclarar cómo los fósiles marcianos podrían haberse preservado o degradado con el tiempo.
Cuando se trata de evaporitas, los ambientes ácidos en la Tierra podrían servir como buenos análogos para las regiones ricas en sulfatos ácidos en Marte como Meridiani Planum, como los lagos ácidos de Australia occidental que se secan estacionalmente, la cuenca del Río Tinto en España y los fríos sistemas de drenaje ácido en el Ártico canadiense.
Estos ambiente ácidos de la Tierra son ricos en microbios o bien poseen evidencias de actividad microbiana. Estos lugares podrían ayudar a comprender mejor Meridani Planum, que se considera un objetivo prioritario para la búsqueda de cualquier residuo de material orgánico con un posible origen biológico.
Segunda Edad de Marte. La bola de Nieve marciana
Puesto que Marte se convirtió en un lugar cada vez más seco y frío hace 3000 a 3600 millones de años, el agua se congeló, dejando su superficie total o casi totalmente congelada. La desaparición del campo magnético del planeta y el aumento de la aridez y el frío en la superficie provocaron que el planeta se hiciera en general, mucho menos habitable en general.
Sin embargo, hubo vulcanismo masivo, dando lugar a episodios de inundaciones en gran parte de las tierras bajas, que podrían haber proporcionado condiciones favorables para la preservación y evolución de la vida. Posteriormente las condiciones imperantes en la superficie, fueron probablemente similares a las que vemos en las regiones polares de la Tierra, incluidos los grandes casquetes de hielo y los glaciares.
Los astrobiólogos que buscan aprender sobre la vida en Marte, están especialmente interesados en conocer la preservación de los microbios y huellas de vida en la Tierra durante largos períodos de tiempo en el hielo, así como los microorganismos hacen frente a los rigores del Ártico y cómo impactan su entorno. Conocemos que el hielo y el permafrost terrestre contienen un gran número de microorganismos viables de hasta 8 millones de años de antigüedad, y que las bacterias del permafrost muestran una actividad mensurable hasta al menos -20º C , y que su supervivencia podría incluso extenderse a por lo menos -40º C.
Formaciones poligonales en la Isla Axel Heiberg en el Artico canadiense. Las condiciones particulares de esta región la hacen comparable a Marte
Tres análogos en la Tierra de "bola de nieve marciana" son Axel Heiberg, una isla en el norte del Ártico Canadiense, el Valle de Beacon en la Antártida y el lugar del de perforación eemiano al norte de Groenlandia.
El permafrost de isla de Axel Heiberg es análogo al del permafrost marciano, Groenlandia es una buena analogía de los depósitos estratíficados del polo norte marciano, mostrando patrones similares en lo que respecta a la acumulación de material, y el hielo de hasta 10 millones de años de edad del Valle de Beacon en la Antártida podría ser el hielo más antiguo conocido sobre la Tierra, y como tal podría enseñarnos mucho sobre la preservación a largo plazo en Marte.
Continuará...