Cuando los juguetes no estaban de moda y naufragaban en la frontera que les impedía navegar con independencia en el mundo de las artes visuales, en los años 70, Luis Benedit se apropió de la creación de esos objetos de juego sin pensar en el canon.
En el SXXI los juguetes ya tienen un lugar en el mundo del arte. Debido a la importancia que la iconografía infantil y el juguete ocupan en el arte actual (Takashi Murakami, Jeff Koons, la filmografía de Tim Burton y Pixar), es interesante volver a poner en contexto este período de Luis F. Benedit que hoy es paradigmático en el arte contemporáneo. Todo ese cuerpo de obra puede verse hasta el 18 de octubre en Roldan Moderno, Juncal 743 con curaduría de Laura Batkis. La gran noticia no es solo lo sorprendente y anticipatorio de este tramo de obra sino que luego de 37 años de su realización se puede apreciar en una galería porteña.
Se trata de las Obras – Proyecto de Juguetes que Benedit comienza a realizar en 1973 paralelamente a la construcción de sus hábitats para animales vivos, marcando el regreso a su práctica pictórica.
Inicia este período con dibujos de insectos realizados como un plano arquitectónico para ser reconstruidos como un juguete. A partir de 1977 usa la misma metodología con los dibujos de Tomás, su hijo de entonces 5 años. Siguiendo la disciplina arquitectónica, la fuente original (el dibujo infantil) es transformada por el artista en un plano. Desarma la figura en elevación, corte y perspectiva y la representa en escala para la realización de un futuro objeto.
Es un sistema operativo de base conceptual que Benedit usó en sus trabajos posteriores.
La muestra abarca este período de ocho años (1973-1981) y está dividida en diferentes secciones que comprenden los intereses de Benedit. Los dibujos de Tomás (monstruos, King Kong, personajes), Artefactos Móviles (autos, aviones), La serie de la Guerra (tanques, submarinos, soldados) y Herramientas (rastrillos, martillos). Con un estilo que define su práctica artística, Benedit toma recursos del comic, la ilustración gráfica y el pop art.
Esta muestra tiene lugar, como comentábamos antes, 37 años después de su única exposición en Buenos Aires y luego de haber sido exhibida en museos y galerías de Japón, Estados Unidos, Polonia, Alemania, España, Rusia, México y Uruguay.