Revista Libros
Reseña - por Pilar Alonso. Publicada originalmente en http://www.ciberanika.com/
Editorial Terciopelo, Junio 2010
Género: Novela
479 páginas
Texas, 1864.
Loretta Simpson no ha pronunciado una palabra desde que, hace siete años, los comanches torturaran y mataran a sus padres durante un ataque.
Cazador de Lobos cree que Loretta es la mujer de la que habla la profecía y por eso debe convertirla en su esposa. Pero ella sólo ve en él al enemigo, al terrible comanche que la ha arrancado de su hogar y que representa todo el horror que ha vivido.
A pesar de las diferencias irreconciliables entre los dos pueblos, Loretta y Cazador verán cómo su animadversión se va transformando en respeto y luego en cariño.
* * *Hace casi veinte años que se publicó por primera vez esta novela, primera parte de la serie Comanche. Ahora, por fin, ha sido traducida al castellano. Y digo “por fin” porque el libro lo merece, tal vez más que muchos otros que circulan por las librerías.
Luna comanche no es sólo una historia de amor, es también y especialmente una novela sobre el odio entre dos razas destinadas a enfrentarse: los blancos y los indios. Y la autora ha sabido plasmarlo con gran acierto, sin tomar partido por ninguno de ellos. Aquí no hay buenos ni malos, cada pueblo se comporta según sus creencias y sus necesidades, en un momento histórico perfectamente delimitado.
La novela es poco convencional en este género. La protagonista, que siente un odio justificado hacia los comanches, se ve medio secuestrada por ellos para convertirse en la esposa de un guerrero. Ese odio es patente a lo largo de toda la primera parte, hasta que va descubriendo y comprendiendo cómo son los indios en realidad.
Tampoco necesita aderezar la trama con tórridas escenas de cama para que el lector sea consciente de la pasión y del amor que surge entre los protagonistas. Para ello se sirve de los diálogos y de las situaciones a las que ambos deben enfrentarse.
La historia tiene un fondo amargo que la autora no esconde en absoluto. Nos habla de la crueldad tanto de indios como de blancos, de masacres, torturas y violaciones, sin cargar las tintas pero sin dejarse nada fuera. Y a pesar de ello es una de las historias románticas más hermosas que haya leído en los últimos tiempos.
Los personajes son cercanos, magníficamente perfilados, incluso los secundarios. El sentido del humor brilla en sus diálogos. El escenario, Texas, tan bien trabajado que el lector casi puede oler el polvo de sus llanuras. La vida cotidiana en un campamento comanche, sus costumbres y sus creencias, es la parte más sabrosa de la novela y es muy posible que las raíces indias de la autora hayan tenido mucho que ver en ello.
La relación que se establece entre Loretta y Cazador es entrañable. La ternura, la capacidad de entrega y sacrificio, la complicidad y el respeto mutuo son los trazos que la caracterizan y que nos enamoran sin remedio.
Una novela absolutamente inolvidable.