Luna Creciente

Luna se siente contenta. Sonríe al despertar y se levanta con fuerza y decisión. Al abrir la puerta de su habitación se encuentra con su gato Tau que camina sinuosamente por el pasillo. Ambos se dirigen hacia la cocina donde se encuentra Carmen sentada en su butaca mirando en dirección a la televisión. Al oírles entrar y ver a Tau se le cambia la cara, arquea las cejas, sonríe y comienza a interactuar con él como su hubiera despertado de un profundo sueño. Hace tiempo que Luna observó esto y lo utiliza para mantener alerta a su abuela el mayor tiempo posible.Luna se siente segura de sí misma. Cada día comprende mejor a su abuela y ha aprendido a manejar muchas situaciones que antes vivía con ansiedad. Ha inventado estrategias, juegos, claves y contraseñas para generar en su abuela una mayor seguridad.Carmen y Luna comparten una pasión, el cielo. Les fascina contemplar el firmamento, las estrellas y cómo no, la luna. Luna ha creado un calendario lunar para orientar a su abuela sobre cuándo podrán salir a ver la luna que tanto les gusta contemplar.

En los últimos meses Carmen ha estado muy nerviosa y desorientada con este asunto. Confundía la noche y el día y repetía continuamente si debían salir a mirar el cielo, daba igual la hora. Además de este calendario donde refleja lo que van a ver esa noche y si es posible hacerlo, Luna ha activado un despertador todos los días a la misma hora estableciendo que, solo cuando este suena pueden salir.

-¡Hija! Vamos para afuera que está a punto de amanecer, hoy al final nos lo perdemos. Y tú ahí perdiendo el tiempo… ya teníamos que haber salido… Verás tú cómo se van a poner al final.- Dice Carmen con nerviosismo.- Abuela, mira, todavía es de día, hay que esperar a que sea de noche y a que nos avise el reloj. Solo cuando suene estará todo listo para que podamos salir. ¿Te ayudo a ordenar los trapos?, se han acumulado unos cuantos ya…- Añade Luna con voz pausada y llena de paciencia.

-Ese reloj debe estar estropeado… ¡chica! No toques ahí que me lo descolocas todo-.  Dice Carmen mientras se apresura hacia el cesto de los trapos-A continuación Carmen se sienta y comienza a desdoblar todos los trapos para volver a ponerlos exactamente en la misma posición.-Al final no me va a dar tiempo a llevarlos a la tienda… la que ha liado esta niña…-Esta era la quinta vez que Luna manejaba esa situación en lo que llevaba de tarde.Luna observa a sus padres y escucha con atención sus indicaciones. Cada día se siente más segura y más contenta de pasar tiempo con su abuela. Para ella es como si se encontrara en un momento de Luna Creciente, donde hay una estabilidad a pesar de la enfermedad y donde puede disfrutar de su abuela.¡Riiiiiiiiinnngggg! Suena el despertador y Luna va corriendo a cogerlo, mira a su abuela Carmen y abre bien los ojos. Coge a Carmen de la mano y le pregunta con dulzura -¿Qué significa esto?-Carmen lanza una cara de inexpresividad así que Luna la dirige hacia el calendario. Carmen señala el dibujo de la luna llena, mira hacia la ventana y dice… “salir”.Hoy contemplan una luna creciente. Creciente como las fuerzas de Luna. Creciente como el avance de la enfermedad de Carmen.Sólo el canto de los grillos rompe el silencio de la noche.