Luz de Marfil: Drogba le dio a Chelsea su primera Champions

Intentaremos darle una alegría a los hinchas porque las finales están para ganarlas y esa será nuestra consigna”

El objetivo estaba claro para Didier Drogba, en la previa del emocionante partido que se vivió en el Allianz Arena de Munich. Chelsea se consagró campeón de la Champions League por primera vez en su historia gracias a la definición por penales, aquella que le había impedido festejar en la final de Moscú en 2008, cuando cayó ante el Manchester United.

El marfileño fue el héroe, el amo y señor y quien se llevará la portada de todos los diarios ingleses en el día de mañana. En un partido especial para él, ya que los rumores indican que el club londinense no le renovará el contrato, Drogba fue más que determinante para revivir a un Chelsea que se vio muerto a los 82 minutos, cuando Thomas Müller convirtió el tanto que le daba el título al Bayern Munich.

El trámite del partido fue chato, con un equipo que decididamente propuso desde la tenencia y la verticalidad, y otro que se limitó a cerrarse atrás, cortar, y salir rápido de contrataque. La final propiamente dicha adquirió emoción recién sobre el final, antes me animo a decir que había sido un partido más.

HÉROE: Drogba levanta la Copa ante toda su gente

Los alemanes fueron los que más propusieron, pero nunca tuvieron la claridad para vencer a Cech. El cerrojo que había implementado Di Matteo, que ante la ausencia obligada de Terry, incluyó a Cahill como segundo central junto a David Luiz, impidió cualquier tipo de penetración profunda por el centro de la cancha. Por ende, el juego se recostó sobre los costados, haciendo que la mayoría de los ataques bávaros finalicen con centros para un Mario Gomez, segundo goleador de la competición, que estuvo poco lúcido.

Cuando el encuentro se encaminaba a un cierre intrascendente, Kross envió (una vez más) un balón al área que encontró a Müller bien posicionado, que entró por el segundo palo y, con un cabezazo de pique al suelo, rompió el marcador. El gol sorprendió a todos y obligó, lógicamente, a los ingleses a mover las fichas: Fernando Torres se sumó al ataque del Chelsea, mientras que Van Buyten ingresó en el Bayern para contrarrestar la ofensiva.

DECEPCION: Los jugadores del Bayern, con Robben a la cabeza, no encuentran consuelo

El “Niño” Torres fue el responsable de que los Blues tuviesen su primer corner en el partido, recién a los 88 minutos. Toda una imagen de lo que había sido el rendimiento del equipo. De allí partió el zurdazo de Mata que Drogba conectó magistralmente para decretar el empate y obligar el alargue.

La transición hacia los penales pudo verse modificada por los pies de Arjen Robben, que quedará como el malo de la película al errar la pena máxima al inicio del primer tiempo suplementario. Las manos de Cech le dieron otro respiro a los hinchas ingleses que, a esta altura, ya estaban tan o más infartados que sus pares del Manchester City en la definición de la Premier.

INSTANTE: Drogba ya convirtió el penal decisivo, todo el resto es alegría

En los penales, todo es azar, y la suerte estuvo del lado del Chelsea. Como no lo había estado en ese resbalón de Terry en Moscú, hoy le da la alegría a todo un club que no conocía lo que era levantar la orejona. Con un planteo conservador y un delantero oportunista, el Chelsea eliminó al Barcelona en semifinales, cuando nadie lo había imaginado y hoy, en la mismísima casa del Bayern, se impuso de manera milagrosa.

El momento final fue para Drogba. El quinto y definitivo penal. Lo pateó suave, a la izquierda del arquero Neuer que voló hacia el otro palo. La pelota no había ingresado aún, pero las lágrimas del marfileño ya comenzaban a caer. Lo había predicho en la previa “las finales son para ganarlas”. No la mereció, pero eso poco importa. La Champions 2011/2012 tiene un nuevo campeón, eso es lo que quedará en la historia.