Macarons!!! Ummmm! Confieso que he pasado mucho tiempo creyendo que los macarons no me gustaban. Es el error de probar algo en un sitio y asumir que en todos los sitios va a saber igual…algo parecido pasa con las tartas fondant…pero ése es otro tema. El caso es que un día mi amiga Sarah me trajo unos macarons hechos por ella misma y recuerdo perfectamente cómo pensé “cómo he podido pensar todo este tiempo que no me gustaban? si están de muerte!”
Me costó un poco ponerme con ellos, tantos posts en la red hablando de lo difícil que es prepararlos, de tantos puntos a tener en cuenta para que te salgan bien…me dio pereza empezar. Pero lo cierto es que cuando empiezas ya no lo puedes dejar.
Así que, cuando desde Silikomart, me enviaron para probar un mix de macarons junto con el tapete de silicona para hacerlos en forma de corazón, casi me pongo a saltar de alegría.
No soy yo muy amiga de preparados, la verdad, pero lo cierto es que este me ha gustado mucho. En el paquete ponía que era verde, pero no porque lleve colorante, si no porque son de pistacho! Me muero. Macarons y de pistacho, yo no puedo pedir nada más!
Sólo tienes que añadir 50gr de claras de huevo (ni envejecidas ni nada) montadas con 30gr de azúcar a 250gr de preparado previamente tamizado. Con una espátula vamos incorporando el preparado con movimientos circulares hasta que esté todo homogéneamente mezclado. Entonces ponemos la mezcla en una manga pastelera y con una boquilla redonda (nº 12 de Wilton) vamos rellenando los huecos en forma de corazón del tapete.
Dejamos reposar unos 40 minutos, hasta que al tocar el macaron con el dedo éste no se pegue. Horneamos a 160ºC (calor arriba y abajo) durante 15 minutos. Cuando estén listos los sacamos y dejamos enfriar totalmente. Con el tapete la verdad es que es súper sencillo despegarlos.
Para el relleno preparé una buttercream de pistacho y quedaron ummmm! increíbles!