Revista Cocina
¡Buen día a todos! Ummm... lunes lluvioso, el último con horario de verano... día de esos en los que necesitamos un empujón para levantarnos de la cama y ponernos las medias, ¿verdad? Yo, sinceramente, necesitaba un pellizco y me he negado a ponerme las medias, jejeje... pero ¡aquí estoy!.
Porque hoy además es un día bien importante, un día para la esperanza y para la fe, un día para luchar, y para vencer, ¡sin duda!.
Cada 19 de octubre se celebra el día contra el cáncer de mama, enfermedad de la que todos somos sino amigos, conocidos o directamente parientes, de las que toca a todos y que todos conocemos... y no por ello, en mi opinión, deja de ser necesario celebrar este día... yo lo celebro por la concienciación, la prevención y sobre todo como quien enciende una vela y reza una oración... hoy yo rezo por las valientes, las luchadoras y las triunfadoras del mundo, por ellas, y, en realidad, por todas las mujeres.
Si os dais cuenta hasta este año nunca había celebrado este día, la verdad... siempre ha sido un día raruno para mí... un poco el día del coco... mi madre murió ya hace muchos años, siendo nosotras muy pequeñas por el desconocido y por entonces susurrado cáncer de mama. Entonces este tipo de cosas se trataba con mucho secretismo, por no decir ignorancia y bastante miedo, y, aunque en mi casa nunca ha sido un tema tabú, antes bien al contrario, Almu y yo si hemos crecido un poco a la sombra de la enfermedad... eso de Antecedentes familiares pesa siempre como una losa y ya desde pequeñas ir al médico ha sido un poco trauma.
Pero este año algo ha cambiado... por varias razones... por un lado porque yo he estado haciéndome revisiones, viendo médicos y dándome un baño de realidad... esto ya no es un antecedente, ahora es una posibilidad... y, la verdad, la primera vez que un médico va y te pregunta si quieres hacerte test genéticos para determinar si eres portadora de cáncer, lo menos que te pasa es que te quedas pálida, pálida.
Pero en este caso tenía yo también a mi campeona, mi hermana que directamente les dijo a los médicos que ya sabíamos que vivíamos con esa posibilidad, que no nos hacía falta que nos lo dijera un papel y que muchas gracias.
Almu, todo hay que decirlo, siempre me sorprende en los momentos importantes... sobre todo por su madurez, su cabeza y su fe ciega... yo ni me había planteado nada de todo eso... siempre había visto el cáncer como la enfermedad que mató a mi madre... no como una posibilidad de futuro.
Sin embargo, desde entonces, he pensado mucho... y ahora sé, soy consciente y, sobre todo, vivo sobre aviso, ¿que qué quiere decir eso?
Que procuro informarme correctamente, procuro hacerme revisiones fiables y confiables... no alarmistas, procuro rodearme de expertos que me aporten positivos cada día... y lo más importante, busco mi propia salud, mi propia serenidad, mi propia felicidad.
He decidido desterrar el miedo, la inseguridad que causa la pena, el amargo que causan las malas decisiones, la impaciencia de la que te rodea la gente que nada te aporta... he decidido vivir... sean 3 días o 30 años, y vivir bien.
Por eso hoy celebro el día contra el cáncer de mama por primera vez en mi vida, y os invito a celebrarlo conmigo... ¡os invito a un macaron!
Los macarons siempre me recuerdan a mi amiga María Eugenia, otra mujer con madurez, cabeza y fe que me enseñó una Navidad a prepararlos... por entonces también eran una novedad, un dulce desconocido y un poco atemorizante... de los que había pocas recetas y sí muy malas experiencias.
Pues ella vino y todo fue coser y cantar, jejeje... y así sigue siendo, esta vez siguiendo la receta de Webos fritos he preparado estos macarons rosas porque ya sabéis mi lema: ¡el rosa es una actitud, no sólo un color!
Aquí os dejo la receta.
Receta de macarons rosas
Ingredientes para 32 macarons:
- 110 gramos de almendra en polvo
- 225 gramos de azúcar glas
- 125 gramos de clara de huevo separada hace un par de días y a temperatura ambiente
- 50 gramos de azúcar
- Colorante en pasta rosa o rojo
Para el relleno:
- 80 gramos de nata
- 125 gramos de chocolate blanco
- 40 gramos de mantequilla
Modo de hacerlo:
1. Vertemos la almendra molida y el azúcar glas en una trituradora, picadora o similar, para que nos ayude a mezclar y picar aún más ambos ingredientes.
2. Una vez triturados e integrados juntos los tamizamos en un bol y reservamos.
3. A continuación con ayuda de unas varillas eléctricas montamos las claras a punto de nieve, bien firmes... cuando estén ya montadas añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que adquieran firmeza. Momento en que, además, incorporamos poco a poco el colorante hasta que adquiera el tono de rosa que más os guste (pensar que en el horno el color se atenuará, así que no os importe si os quedan un poco demasiado rosas).
4. Una vez con las claras listas añadimos a la mezcla 1/3 de la mezcla de almendra por el lateral del bol y con ayuda de una espátula integramos bien haciendo movimientos envolventes.
5. Así una vez integrado el primer tercio seguimos con los otros dos, hasta obtener una masa ligera, cremosa y un poco granulosa ¡pero no líquida o seca!.
6. Reservamos entonces un momento mientras preparamos nuestras plantillas. Yo uso la misma plantilla que Su tiene en su blog y que viene fenomenal. Colocamos encima de la bandeja de horno la plantilla desplegada (2 folios solapados y pegados entre sí), y encima de esta el papel de hornear al que fijamos con ayuda de unos clips o unos trocitos de celo que sean fácilmente desplegables... pensar que con las cantidades que tenemos nos salen unas dos bandejas de horno.
7. Con nuestras plantilla y bandeja preparada vamos a rellenar una manga pastelera con una boquilla mediana redonda. A continuación y con la manga en vertical vamos a ir formando las conchas de los macarons, apretando la manga y dejando que la mezcla salga sin hacer circulos ni nada... sólo dejando que desde el mismo centro se vaya extendiendo hasta llegar a medio centímetro del borde, ahí dejamos de apretar y soltamos con un movimiento rápido pasando a la siguiente concha.
8. Cuando hayamos rellenado la primera bandeja lo que tenemos que hacer es despegar con mucho cuidado la plantilla, sacarla deslizándola por debajo del papel y dejarla a un lado para montar la segunda bandeja tal cual hicimos con la primera.
9. Mientras, cojemos la primera bandeja y para procurar que se bajen los picos y salgan las burbujas de aire damos 3 golpes firmes de la bandeja sobre la mesa de trabajo y si eso no baja los picos ayudaros de un palillo para quitarlos (cosa que yo no hice, como veréis, jejeje).
10. Dejar reposar las conchas durante al menos 1 hora para que la superficie se seque, cuando podáis tocar un macaron en el centro sin que se quede marca en este sino que esté firme será hora de hornearlos.
11. Los vamos a hornear en horno precalentado a 150ºC calor arriba y abajo durante 13 minutos, más o menos... todo depende de vuestro horno... el truco para saber si están listos es que, con ayuda de una espátula, podáis desprenderlos fácilmente por abajo sin que se separe la superficie de la base del macaron.
12. Una vez bien horneados los sacamos directamente a una rejilla, a la que los trasladamos con el papel, dejándolo unos 10 minutos pasados los cuales con la misma espátula vamos desprendiéndolos del papel y colocándolos en la rejilla hasta que se enfríen completamente.
13. Yo suelo dejarlos de un día para otro para que se sequen completamente, ganen consistencia y se endurezcan un poquito... así que al día siguiente preparo el relleno.
14. Para ello caliento la nata 1 minuto en el microondas, la vierto por encima del chocolate en trozos y dejo que éste se derrita un par de minutos.
15. Mientras bato ligeramente con unas varillas la mantequilla a temperatura ambiente para que coja textura de mousse y cuando el chocolate blanco esté bien derretido y templado lo añadimos a la mantequilla y removemos bien hasta obtener una crema firme y con textura de mousse cremosa.
16. Colocamos el relleno en una manga, podemos utilizar la misma boquilla que para preparar las conchas de los macarons... y lo que tenemos que hacer, a continuación, es emparejar las conchas según su tamaño entre sí, rellenándolos a continuación, al igual que formábamos los macarons apretando la manga en el centro del macaron y dejando que el relleno se extienda hasta más o menos la mitad, colocando encima la otra mitad y aplastando un poquito para que se vea el relleno por los lados pero sin salirse.
17. Dejamos que también se sequen los macarons rellenos al menos 12 horas... ¡¡y ya están listos!!
Sé que visto así parece una receta elaborada, pero cuando les pierdes el miedo, a la segunda o tercera vez que haces, hacer macarons es muy fácil, relajante... ¡¡y quedan tan bonitos!! A mí me gustan, no me encantan, la verdad... porque la almendra no termina de convencerme, jejeje... así que suelo regalarlos, son un precioso regalo, la verdad.
Espero que os hayan gustado.
Yo me despido por hoy, ¡nos vemos mañana!
Un besazo enorme, Luz.