Revista Cocina
Imagino que las mamis con niños pequeños emplearan toda su imaginación para que al poner un plato en la mesa éste tenga la máxima aceptación. Además en verano los platos tienen que ser un poquito más ligeros y que se puedan dejar hechos, para poder disfrutar del buen tiempo y las vacaciones lo máximo posible. Con esa intención he querido mostrar esta rica combinación de alimentos con un toque de ketchup que debéis dejar que los chicos se sirvan a gusto. Recordar que si participan en la cocina es más probable que se lo coman todo.
Ingredientes para 3/4 personas
250 g de macarrones de trigo duro4 lonchas de jamón de york 3 huevos enteros1 cebolla tiernaOréganoQueso rallado (opcional)MantequillaSalAceite de oliva
Calentar aceite en una sartén y hacer un sofrito con la cebolla cortada en brunoise. No pongáis mucho aceite y pochar la cebolla a fuego lento. No es necesario dorar.
Añadir el jamón de york cortado pequeño. Sofreir.
Hervir los macarrones al dente. Sazonar el agua con un poco de sal. Escurrir en un colador.
A continuación poner una cucharadita de mantequilla en la sartén. Introducir los macarrrones y freír dos o tres minutos. La mantequilla les da un sabor riquísimo. Mezclar para que la pasta coja sabor.
Bajar el fuego al mínimo. Cascar los huevos sobre la pasta. Remover con una espátula de forma envolvente para que el huevo se vaya pegando a los macarrones. Sazonar con sal. Cuando esté el huevo cuajado, condimentar con orégano (si os gusta).
Servir inmediatamente. En la mesa, cada comensal se sirve el ketchup y queso rallado (si tenéis) a gusto.
Notas: En esta receta es clave freír los macarrones para que cojan más sabor. El jamón de york puede ser ahumado. También se puede emplear beicon, tanto curado como ahumado.
El ketchup potencia el sabor del plato, y lo distingue del clásico macarrones con tomate.
¡Qué aproveche!