Hace mucho que no escribo de cocina, y como llevo unos días haciendo mucha macedonia, me ha parecido interesante compartirlo con vosotros. Mi macedonia no tiene ningún misterio, pero me he inventado un juego para que mi hijo disfrute comiéndola. Al principio le daba como repelús ver tanta fruta ahí junta, pero poco a poco le ha ido cogiendo el gustillo. Primero empezó comiendo los trozos de fruta que más le gustaban y ahora se come un bol él solito.
Ingredientes:
1 Kiwi
1 pera
1 manzana
1 plátano
2 melocotones (ahora que aún los hay frescos se los hecho naturales, cuando no opto por los que vienen en almíbar)
Naranjas para hacer zumo
Miel
Ni que decir tiene que la macedonia admite todo tipo de frutas, con piña natural queda también deliciosa, con uvas, con fresas (en temporada) o lo que se antoje. He puesto las que tenía más a mano y sobre todo las que más gustan a mi hijo.
Partimos en trocitos pequeños toda la fruta, echamos un par de cucharadas de miel (os recomiendo la miel de flores porque es la más suave) y regamos con zumo de naranja recién exprimido hasta cubrir toda la fruta. Dejad reposar al menos una hora para que todas las frutas suelten su jugo y tenga mejor sabor. Servir fresquita.
El juego con el peque es el siguiente: le sirvo en su bol la fruta con unas buenas cucharadas de zumo. Lo come con un tenedor, pincha uno a uno cada trocito y debe adivinar de qué fruta se trata. En cuanto lo mete en la boca ya sabe qué fruta es claro, pero le encanta mi cara de sorpresa y encanto. Después le dejo que se beba el zumo en el bol, lo cual le hace mucha gracia también. Y de ese modo se da un buen chute de vitaminas y miel que tan beneficiosa es para esta época del año.
Os recomiendo lo probéis. Hasta mi marido, que no es de comer mucha fruta (más bien nada) se come buenos cuencos de macedonia.
Animáos a hacerla, es fácil, rápido y sano, un postre estupendo.